Hacia Ítaca |
Hacia Ítaca...
(Caracas,19 de octubre de 1938 - Valencia, 5 de junio de 2008 )
En 1998 recibió el Premio Nacional de Literatura. Uno de sus poemas es citado en la película 21 gramos, del director mexicano Alejandro González Iñárritu.
ÍTACA
ÍTACA
para un homenaje a C. Cavafis
Por esta calle se va a Ítacay en su rumor de voces, pasos, sombras,
cualquier hombre es Ulises.
Grabado entre sus piedras se halla el mapa
de esa tierra añorada. Síguelo.
El pájaro que escuchas está cantando en griego;
no lo traduzcas, no va ahorrarte camino.
Aquellas nubes vienen de su mar, contémplalas;
son más puros los cielos de las islas.
Por esta calle, en cualquier auto,
hacia el norte o el sur se viaja a Ítaca.
En los ojos de los paseantes arde su fuego,
sus pasos rápidos delatan el exilio.
Aún sin moverte,como estos árboles
hoy o mañana llegarás a Ítaca.
Está escrito en la palma de tu mano
como una raya que se ahonda,
día tras día.
Aunque te duermas, despertarás en Ítaca;
la lluvia de este valle, todo lo arrastra
despacio, hasta sus puertas.
No tiene otro declive.
Ya puedes anunciarnos tu llegada, buscar hotel,
dar al olvido tu destierro.
Por esta calle no ha cruzado un hombre,
que al fin, no alcance su paisaje.
Prepara el corazón para el arribo,
Una vez en su reino, muestra tu magia.
será el reto supremo del exilio.
A ese mar no se miente. La furia de sus olas
todo lo hace naufragio. Pero no te amilanes.
Demuéstranos que siempre fuiste Ulises.
Alfabeto del mundo, 1986
Aun sin moverte llegarás a Ítaca: el vuelo o el viaje es una parábola cuya enseñanza secreta es la vuelta al centro y al lugar, que no está propiamente en la tierra, superficie o profundidad del planeta, sino en la terredad, destino obscuro de cada ser terrestre que atrae a cada ser a su centro y lo religa a su mundo.
Cualquiera quisiese que un lugar querido de la tierra fuese descrito con tanto arte como Eugenio Montejo lo hace con Itaca.
ResponderBorrarlarga vida a ulises!, el héroe de blogger
ResponderBorrar;)
Muy buen artículo. No conocía a Montejo...
ResponderBorrarSaludos
No es el ítaca de Kavafis, pero es muy bello.
ResponderBorrarMe quedo con esto:
"Aun sin moverte llegarás a Ítaca".
Es lo que creo yo también.
Saludos.
Eso dicen, que desde que naces te sabes el camino, pero que pasa si nos perdemos, los finales alternativos seran buenos aunque no sean el final destinado a ser principal?.
ResponderBorrarFabuloso..."Prepara el corazón para el arribo"
ResponderBorrarUn abrazo!
Yeli
Que lindo poema de Montejo, no lo conocia y gracias a ti, hoy que paso a saludarte me encuentro sus letras, que me enamoran............Cuidate.
ResponderBorrarVaya, ya tienes hasta poemas en tu honor...
ResponderBorrarSaludos sangrientos
Blood
Hola querido Ulysses.
ResponderBorrarPaso a saludarte y a dejarte un beso muy grande.
Gracias por estar siempre.
Kavafis se merece uno y mil homenajes. Saludos.
ResponderBorrarUn escrito que llega a tocar las fibras de lo existencial y de lo humano. Montejo nos deja Itaca entre sus legados.
ResponderBorrarTe abrazo a tí desde mi alma y desde un perfil sutil de Itaca.
Ulysses.
ResponderBorrarHe vuelto a la vida y a gozar de tantos escritos bonitos.
No conocía a Montejo. ¡Qué lindo lo que escribe!
¿Tú crees que mucha gente sabe de Ítaca y de Ulises?
Ojalá que sea así.
Gracias por tus artículos.
Cariños.
Aun sin movernos, llegaremos a Ítaca... pero hemos de movernos, para descubrirlo...
ResponderBorrarCariños...
muy buen rincón
Alguien recorre los senderos de Itaca
ResponderBorrary no se acuerda de su rey, que fue a Troya
hace ya tantos años;
alguien piensa en las tierras heredadas
y en el arado nuevo y el hijo
y es acaso feliz,
En el confin del orbe yo, Ulises,
descendí a la Casa de Hades
y vi la sombra del tebano Tiresias
que desligó el amor de las serpientes,
y la sombra de Heracles
que mata sombras de leones en la pradera
y asimismo está en el Olimpo.
Alguien hoy anda por Bolívar y Chile
y puede ser feliz o no serio.
Quién me diera ser él.
(El Desterrado, J.L. Borges, 1977)
esa foto me recuerda mucho al camino que sube al Monasterio de Caaveiro en Puentedeume... un sitio fantástico...
ResponderBorrarítaca, siempre volvemos a nuestra ítaca
bicos,
Aldabra
Siempre se aprende algo entrando en tu blog, un post estupendo.
ResponderBorrarQué bonita su poesía, es sensual, imperdurable y romántica.
ResponderBorrarTe dejo esta poesía que a mí me encanta.
AMANTES
Se amaban. No estaban solos en la tierra;
tenían la noche, sus vísperas azules,
sus celajes.
Vivían uno en el otro, se palpaban
como dos pétalos no abiertos en el fondo
de alguna flor del aire.
Se amaban. No estaban solos a la orilla
de su primera noche.
Y era la tierra la que se amaba en ellos,
el oro nocturno de sus vueltas,
la galaxia.
Ya no tendrían dos muertes. No iban a separarse.
Desnudos, asombrados, sus cuerpos se tendían
como hileras de luces en un largo aeropuerto
donde algo iba a llegar desde muy lejos,
no demasiado tarde.
Ya lo dije en su momento y lo vuelvo a decir: qué grande que es Kavafis, para mí el más grande.
ResponderBorrarSalu2
A veces Itaca está más cerca de lo que imaginamos. Pero como dice el poema, lo importante es el aprendizaje que te lleva a encontrarla, el camino andado, los obtáculos librados... Me encanta la foto que has colocado para ilustrar el poema, y me encanta este post. Ítaca de Kavafis es uno de mis poemas favoritos.
ResponderBorrarNo conocía, por cierto, a este otro poeta, y eso que ví 21 gramos.
ResponderBorrarBello poema y por desgracia... yo tampoco conocía al autor.
ResponderBorrarÍtaca y Ulises, tema continuamente tocado en tu blog, me encanta ese tema, la odisea es para mi un libro especial.
Un placer pasear por tu casa y descubrir buena literatura.
bss desde Madrid
Gracias por tu comentario, tu blog se ve muy interesante, lo leeré más a menudo... Muy buena esta entrada, estoy de acuerdo con el comentario de Sensai, aun sin moverte llegarás a Itaca, dato curioso detrás de este ordenador está pegado el de Kavafis...
ResponderBorrarFue precioso leerte.
ResponderBorrarMe vas culturizando de lo lindo, con autores para mi no conocidos, bueno no soy sabia asi que no se todo.
Me encanta seguir aprendiendo y descubriendo, gracias a personas como tu mis días son muy amenos.
Si es un buen recorrido hacia nuestra Itaca, y mientras llegamos nos regocijamos con lo que vivimos en su tránsito.
Cariños
Me gustó mucho el poema de Montejo.
ResponderBorrarNo lo conocía, siempre me voy mas sapiente de tu casa.
Por lo tanto. ¡Gracias!
Besos♥
tu blog siempre es un oasis bien hallado, bien arado, bien curtido...
ResponderBorrarEs un placer dedicar instantes perdidos de innominia a reencontrarse con ulises y sus memorias...
gracias.
Neftalí
Hola Ulysses ¿que tal? tiene usted un blog precioso, y este último post es genial, doy por sentado que todos llebamos un ITACA dentro.
ResponderBorrarUn cordial saludo.
Amigo Ulyses, paso a saludarte y agradecer tu preocupación, hoy por hoy la penita esta pasando, rápidamente han aparecido cosas que han mitigado de sobremanera la partida de mi amiga como un hermoso reencuentro con mi amada, una nueva de vida y además estoy embarcado en un nuevo proyecto laboral y artístico.
ResponderBorrarReapareceré en la medida que tenga, mas tiempo, ha y como siempre exelènte escrito, te envío un gran abrazo…
Por suerte, todos tenemos nuetsro propio Itaca.
ResponderBorrarSaludos!!
Qué hermoso poema!
ResponderBorrar¿Debemos demostrar cada uno de nosotros que somos Ulises? No Penélope o Telémaco. ¿Es Ítaca siempre un destino o quizás siempre la utopía insatisfecha?
ResponderBorrarTodo homenaje se queda corto a Kavafis. Y como homenaje merecido a Ulises ahí va la poesía del cubano Waldo LeyvaLa que lleva por título. " La luz en el cristal"
ResponderBorrarEs bueno que pienses en la razón de los que te acompañan,
pero no olvides que es la razón de los que te acompañan
y no siempre la razón que necesitas.
Cada cristal mueve la luz que tiene.
No todos los caminos te conducen a casa.
Saber oír es el primer ejercicio para andar,
pero el aire está lleno de sonidos
y Ulises no se salva porque se amarre al mástil.
Ítaca está en lo más intrincado de sí mismo.
Respeta la verdad de los que van contigo,
pero respeta sobre todo tu verdad
porque ella es, de algún modo,
la verdad de los que van contigo.
No rechaces la mano que te apoya
ni desdeñes la mano que te empuja:
de ambas manos se compone el cuerpo
y sólo con las dos podrás conocer
el misterio del abrazo.
Kavafis se lo merece todo, uno de los grandes...Mi preferido: La Ciudad.
ResponderBorrarun abrazo
Un saludito guapo y gracias por tu visita a mi casita .Un beso .
ResponderBorrarHabia leído algo de él, muuy grande.
ResponderBorrarHermoso y profundo poema. Tan profundo como el que homenajea. Kavafis, uno de mis predilectos.
ResponderBorrarUn saludo desde mi pequeño rincón. Andaré por aquí.
"Prepara el corazón para el arribo..."
ResponderBorrarbello
no recuerdo ahora el nombre del poema q se usó en "21 gramos" pero sí recuerdo haberme emocionado con él.
Montejo tiene cosas tan intensas y sutiles a la vez...
DURA MENOS UN HOMBRE QUE UNA VELA...
Dura menos un hombre que una vela
pero la tierra prefiere su lumbre
para seguir el paso de los astros.
Dura menos que un árbol,
que una piedra,
se anochece ante el viento más leve,
con un soplo se apaga.
Dura menos un pájaro,
que un pez fuera del agua,
casi no tiene tiempo de nacer,
da unas vueltas al sol y se borra
entre las sombras de las horas
hasta que sus huesos en el polvo
se mezclan con el viento,
y sin embargo, cuando parte
siempre deja la tierra más clara.
(como el viaje del alma en la peli, como el corazón herido del protagonista, como el viaje de ulises...prepara tu corazón para el arribo).
entren a la pag de montejo, lo van a disfrutar.
besos
"Así es. Mientras dura el remordimiento dura la culpa"
ResponderBorrarDe todos los errores que he cometido, y probablemente de todos los que me quedan por cometer, el asesinato de Abel es el único del que no me arrepiento!!!
Gracias por tu visita, vuelve cuando quieras.
Itaca de Kavafis y su inspiración es sin duda uno de esos poemas que perdurarán para siempre en el tiempo.
ResponderBorrarMuy lindo.
Un abrazo
No conocía a este autor. Entrar en tu blog supone aprender. Un abrazo.
ResponderBorrarGenial entrada.
ResponderBorrarTienes toda la razón del mundo: Todos llevamos un pequeño Ulises en nuestro interior. Lo difícil es llegar a descubrirlo.
Volveremos a leernos, seguro.
Un saludo.
Recuerdo que leí algo así como que la Felicidad se encuentra en el circuito de la búsqueda, que está en el hipotálamo. En la búsqueda, en la expectativa, radica la mayor parte de la felicidad. Así que mientras vivamos debemos seguir con el objetivo de nuestra Ítaca en el horizonte.
ResponderBorrarSaludos cordiales
Hola, ante todo gracias por tu visita, me ha gustado mucho tu sitio y tus escritos, pasaré a menudo por aquí, bienvenido a mi mundo.
ResponderBorrarUn saludito.
No conocía a Montejo, jaque mate. La referencia en 21 gramos corresponde al genio Guillermo Arriaga, siempre agudo y miserable...
ResponderBorrarUn fuerte abrazo
Me encantan los temas que nos propones y, personalmente, he de agradecerte que me hayas acercado a algunos de ellos pues no los conocía, como Monterroso, Marco Denevi o José de la Colina. Los relatos sobre Ítaca y Ulysses son fantásticos (nunca mejor dicho).
ResponderBorrarDe pequeña leía esta literatura y también me gustaba el teatro griego (lo que más ponían en la televisión española de aquella época pues, a los censores, muy idiotas ellos, no les parecía posible que "aquellos" argumentos tan pretéritos, pudieran instigarnos a la rebeldía...). También leía "Los Miserables", "Cien años de Soledad, "El Negro y el Rojo" (no recuerdo ahora exactamente si es así el título), etc. No me preguntes de dónde salían los libros porque no lo sé. En mi casa se leía el periódico y las novelas del Oeste de un tal Marcial Lafuente Estefanía (o algo así), porque era lo que le gustaba a mi padre y él, se las leía de noche a mi madre (que no sabía ni leer ni escribir). Yo me dormía muchas veces oyendo el rumor de su lectura... Pero, afición por la Literatura con mayúsculas en mi casa no había, más que nada porque el dinero, después de aquella guerra entre hermanos, se empleaba en prosperar en conceptos aún muy elementales y lejanos de la cultura.
De todo aquello me quedan vagos recuerdos pero, sin duda, ha marcado mi vida, formándome y moldeándome de una manera concreta y no de otra.
En este momento, en la estantería de mi habitación, tengo un hermoso ejemplar del Ulysses de Joice. Lo tengo desde hace muchos años pero aún no me he decidido a leerlo. Supongo que, hasta que no me encuentre totalmente "normal" no podré hacerlo. Pero ahí está él, esperando a que me haga viejita para acompañarme un trocito del camino...
Como no espero herencias ni que me toque la lotería, estoy acumulando muchos, muchos libros, de todo tipo, para cuando sólo me quede la jubilación y tenga que cuidar el dinero. Creo que es la mejor inversión que puedo hacer pues, ni naciendo cien veces más, me cansaré de leer y leer, y seguir leyendo... jejejjeje
Estoy bien.
Cada día mejor.
Gracias por acompañarme a tantos kilómetros físicos de distancia.
La cercanía del corazón, es patente y diaria y te lo agradezco con el alma.
También llueve sobre Madrid. A ratos, en silencio, con rugidos y a oscuras, llueve acompañando a los niños a la salida del colegio, llueve mojando los zapatos al ir a buscar el pan... llueve y llueve desde Santiago hasta Madrid.
Un abrazo, cerezas y mucho humo de la pipa de la PAZ.
Laia.
Gracias por traer a Kavafis. Está entre mis preferencias literarias... y ese viaje a Itaca es de una perfección sublime.
ResponderBorrarUly, te linkeo, bonito blog
Muy bonito. Llevo mucho tiempo intentando llegar a mi Ítaca, a mi centro y lugar. El problema es que mi centro y mi lugar, no es el centro del mundo, y a veces parece que todo me empuja hacia el centro del mundo, y yo me siento perdida, fuera de sitio. Espero que algún día, como Ulises, pueda llegar a mi Ítaca.
ResponderBorrarBesos selváticos.
Es mi poema favorito y es que Kavafis tiene mucha arte, después de leerme la Odisea lo entendí yo, ya se lo que son las Ítacas y es una metáfora muy bonita.
ResponderBorrarUn saludo.
Llegué a tu blog y me encontré con Ítaca... y con Eugenio Montejo que no conocía. Y de hecho me recuerdas un aspecto de una película que no me había llegado como "21 gramos". Y allí ese viaje... la parábola del vuelo o viaje hacia esa Ítaca despojando la acción, la dimensión motriz del acto, de esos actos en juego: "Prepara el corazón para el arribo,/Una vez en su reino,/ muestra tu magia./será el reto supremo del exilio." La idea de arribar a ese reino donde ya no están esas concesiones diarias, esas postergaciones que por tantas "buenas razones" queda uno a centímetros de cruzar el Rubicón o de plantarse en Ítaca. Adentrarse en las consecuencias que implica esas decisiones que implican apoyar nuestro ser, nuestra palabra, dejar que el corazón encuentre su tierra, su lugar fuera de los extravíos y soportando los embates de la furia de las olas, que siempre estarán presentes.
ResponderBorrarGracias por acercar a un poeta que tampoco conocía y que me han dado de seguir conociendo!
Saludos!!!
Hermoso este poema de Montejo.
ResponderBorrar¡Gracias por compartirlo e ilustrarnos!
Besos♥