Me ven ahora

29 de noviembre de 2013

Vicente Huidobro BALADA DE LO QUE NO VUELVE




BALADA DE LO QUE NO VUELVE
Venía hacia mí por la sonrisa 
Por el camino de su gracia 
Y cambiaba las horas del día 
El cielo de la noche se convertía en cielo del amanecer 
El mar era un árbol frondoso lleno de pájaros 
Las flores daban campanadas de alegría 
Y mi corazón se ponía a perfumar enloquecido 

Van andando los días a lo largo del año 
¿En dónde estás? 
Me crece la mirada 
Se me alargan las manos 
En vano la soledad abre sus puertas 
Y el silencio se llena de tus pasos de antaño 
Me crece el corazón 
Se me alargan los ojos 
Y quisiera pedir otros ojos 
Para ponerlos allí donde terminan los míos 
¿En dónde estás ahora? 
¿Qué sitio del mundo se está haciendo tibio con tu presencia? 

Me crece el corazón como una esponja 
O como esos corales que van a formar islas 
Es inútil mirar los astros 
O interrogar las piedras encanecidas 
Es inútil mirar ese árbol que te dijo adiós el último 
Y te saludará el primero a tu regreso 

Eres sustancia de lejanía 
Y no hay remedio 
Andan los días en tu busca 
A qué seguir por todas partes la huella de tus pasos 
El tiempo canta dulcemente 
Mientras la herida cierra los párpados para dormirse 
Me crece el corazón 
Hasta romper sus horizontes 
Hasta saltar por encima de los árboles 
Y estrellarse en el cielo 
La noche sabe qué corazón tiene más amargura 

Sigo las flores y me pierdo en el tiempo 
De soledad en soledad 
Sigo las olas y me pierdo en la noche 
De soledad en soledad 
Tú has escondido la luz en alguna parte 
¿En dónde? ¿En dónde? 
Andan los días en tu busca 
Los días llagados coronados de espinas 
Se caen se levantan 
Y van goteando sangre carmenrueda@mire
Te buscan los caminos de la tierra 
De soledad en soledad 
Me crece terriblemente el corazón  
Nada vuelve 
Todo es otra cosa 
Nada vuelve nada vuelve 
Se van las flores y las hierbas 
El perfume apenas llega como una campanada de otra provincia 

Vienen otras miradas y otras voces 
Viene otra gente en el río 
Vienen otras hojas de repente en el bosque 
Todo es otra cosa 
Nada vuelve 
Se fueron los caminos 
Se fueron los minutos y las olas 
Se alejó el río para siempre 
Como los cometas que tanto admiramos 
Desbordará mi corazón sobre la tierra 
Y el universo será mi corazón

27 de noviembre de 2013

Imperativo Categorico Kant



El imperativo categórico es un concepto central en la ética kantiana, y de toda la ética deontológica moderna posterior. Pretende ser un mandamiento autónomo (no dependiente de ninguna religión ni ideología) y autosuficiente, capaz de regir el comportamiento humano en todas sus manifestaciones. Kant empleó por primera vez el término en su Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785
Origen del concepto

Según Kant, toda la moral del ser humano debe poder reducirse a un solo mandamiento fundamental, nacido de la razón, no de la autoridad divina, a partir del cual se puedan deducir todas las demás obligaciones humanas. Definió el concepto de «imperativo» como «cualquier proposición que declara a una acción (o inacción) como necesaria». En su opinión, las máximas morales anteriores se basaban en imperativos hipotéticos, por lo cual no eran de obligado cumplimiento en cualquier situación y desde cualquier planteamiento moral, religioso o ideológico.

Un imperativo hipotético impulsaría a una acción en determinadas circunstancias. Por ejemplo: «Si quiero el bien común, debo no cometer un asesinato», de manera tal que quien no comparta la condición («querer el bien común») no está obligado por esa clase de imperativos. En cambio un imperativo categórico denotaría obligación absoluta e incondicional, y en todas las circunstancias ejercería su autoridad, ya que sería autosuficiente y no necesitaría justificación externa.

Formulaciones

Según Kant, del imperativo categórico existen tres formulaciones:

    «Obra sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal».
    «Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio».
    «Obra como si, por medio de tus máximas, fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de los fines».

Pero también, indica que los hombres tienen dos caminos a seguir:

    heterónomo: irreflexivo, obedece reglas impuestas por una autoridad exterior.
    autónomo : cuando utiliza la razón.

Sapere aude: "ten el valor de hacer uso de tu propia razón".

Kant centra sus estudios en una doctrina de la moral humana y en buscar cual es el núcleo esencial de la moral humana. Kant piensa que lo práctico y lo verdaderamente moral para nosotros es la buena voluntad, que lo único a lo que nosotros no debemos renunciar es a una buena voluntad, esto quiere decir que si yo actúo de buena voluntad sean las que sean las consecuencias nadie me puede reprochar moralmente nada. Toda la moral está formada por imperativos es decir “hay que hacer esto, hay que hacer aquello, etc.” Estos imperativos están en toda nuestra vida pues constantemente nos estamos dando órdenes de acuerdo con lo que queremos hacer. Lo verdaderamente moral serían unos imperativos que no estuvieran condicionados con nada más que porque somos seres humanos que nos acondiciona o manda a cumplir dichos imperativos. Este imperativo que deberíamos cumplir todos solo por ser humanos es decir por ser racionales. Kant lo expresa de varias maneras pero el ideal es que cada uno de nosotros actúe de acuerdo con una máxima que pueda desear que se convierta en ley universal para todos, es decir que si yo actuó de un modo pueda decir “ojala todo el mundo puesta en estas condiciones actuase de esta misma manera que voy a actuar”.

Kant centra sus estudios en una doctrina de la moral humana y en buscar cual es el núcleo esencial de la moral humana. Kant piensa que lo práctico y lo

El imperativo categórico es un concepto central en la ética kantiana, y de toda la ética deontológica moderna posterior. Pretende ser un mandamiento autónomo (no dependiente de ninguna religión ni ideología) y autosuficiente, capaz de regir el comportamiento humano en todas sus manifestaciones. Kant empleó por primera vez el término en su Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785).

Origen del concepto

Según Kant, toda la moral del ser humano debe poder reducirse a un solo mandamiento fundamental, nacido de la razón, no de la autoridad divina, a partir del cual se puedan deducir todas las demás obligaciones humanas. Definió el concepto de «imperativo» como «cualquier proposición que declara a una acción (o inacción) como necesaria». En su opinión, las máximas morales anteriores se basaban en imperativos hipotéticos, por lo cual no eran de obligado cumplimiento en cualquier situación y desde cualquier planteamiento moral, religioso o ideológico.

Un imperativo hipotético impulsaría a una acción en determinadas circunstancias. Por ejemplo: «Si quiero el bien común, debo no cometer un asesinato», de manera tal que quien no comparta la condición («querer el bien común») no está obligado por esa clase de imperativos. En cambio un imperativo categórico denotaría obligación absoluta e incondicional, y en todas las circunstancias ejercería su autoridad, ya que sería autosuficiente y no necesitaría justificación externa.

Formulaciones

Según Kant, del imperativo categórico existen tres formulaciones:

    «Obra sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal».
    «Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio».
    «Obra como si, por medio de tus máximas, fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de los fines».

Pero también, indica que los hombres tienen dos caminos a seguir:

    heterónomo: irreflexivo, obedece reglas impuestas por una autoridad exterior.
    autónomo : cuando utiliza la razón.

Sapere aude: "ten el valor de hacer uso de tu propia razón".

Kant centra sus estudios en una doctrina de la moral humana y en buscar cual es el núcleo esencial de la moral humana. Kant piensa que lo práctico y lo verdaderamente moral para nosotros es la buena voluntad, que lo único a lo que nosotros no debemos renunciar es a una buena voluntad, esto quiere decir que si yo actúo de buena voluntad sean las que sean las consecuencias nadie me puede reprochar moralmente nada. Toda la moral está formada por imperativos es decir “hay que hacer esto, hay que hacer aquello, etc.” Estos imperativos están en toda nuestra vida pues constantemente nos estamos dando órdenes de acuerdo con lo que queremos hacer. Lo verdaderamente moral serían unos imperativos que no estuvieran condicionados con nada más que porque somos seres humanos que nos acondiciona o manda a cumplir dichos imperativos. Este imperativo que deberíamos cumplir todos solo por ser humanos es decir por ser racionales. Kant lo expresa de varias maneras pero el ideal es que cada uno de nosotros actúe de acuerdo con una máxima que pueda desear que se convierta en ley universal para todos, es decir que si yo actuó de un modo pueda decir “ojala todo el mundo puesta en estas condiciones actuase de esta misma manera que voy a actuar”.

Kant centra sus estudios en una doctrina de la moral humana y en buscar cual es el núcleo esencial de la moral humana. Kant piensa que lo práctico y lo verdaderamente moral para nosotros es la buena voluntad, que lo único a lo que nosotros no debemos renunciar es a una buena voluntad, esto quiere decir que si yo actúo de buena voluntad sean las que sean las consecuencias nadie me puede reprochar moralmente nada. Toda la moral está formada por imperativos es decir “hay que hacer esto, hay que hacer aquello, etc.” Estos imperativos están en toda nuestra vida pues constantemente nos estamos dando órdenes de acuerdo con lo que queremos hacer. Lo verdaderamente moral serían unos imperativos que no estuvieran condicionados con nada más que porque somos seres humanos que nos acondiciona o manda a cumplir dichos imperativos. Este imperativo que deberíamos cumplir todos solo por ser humanos es decir por ser racionales. Kant lo expresa de varias maneras pero el ideal es que cada uno de nosotros actúe de acuerdo con una máxima que pueda desear que se convierta en ley universal para todos, es decir que si yo actuó de un modo pueda decir “ojala todo el mundo puesta en estas condiciones actuase de esta misma manera que voy a actuar”.
En educación

El imperativo categórico se usa como medio operativo de modificación del comportamiento. Indica el modo peculiar de relación y de intervención entre el adulto y el niño. La expresión representativa es «Haz esto», como mandato categórico, inmediato y presente. Al implicar exigencia perentoria de un cumplimiento inmediato, ha de ser:

    Individualizador: en cuanto al contenido del mandato, una sola orden, y el destinatario, una sola persona.
    Claro y preciso: en cuanto a la expresión verbal, conceptual.
    Pertinente: en cuanto al contenido, en correspondencia con los intereses y habilidades de la persona.
    Oportuno: en cuanto al tiempo y a la sucesión espacio-temporal, de ejecución inmediata y de breve duración.
    Evaluable y gratificante: en cuanto a la relación causa-efecto, en sus resultados, puesto que es un saber más dentro de nuestra autonomía moral.

Hay un imperativo que, sin poner como condición algún propósito a obtener por medio de cierta conducta, manda esa conducta inmediatamente. Tal imperativo es categórico. No se refiere a la materia de la acción y a lo que de ésta ha de suceder, sino a la manera y al principio de donde ella acontece. Lo esencialmente bueno de la acción consiste en el ánimo que conduce a ella, sea cual fuere el éxito. La denominación de este imperativo puede ser «de la moralidad». Kant se refiere a la moralidad que está sobre todo principio inmanente, que según él es consustancial al ser humano.

verdaderamente moral para nosotros es la buena voluntad, que lo único a lo que nosotros no debemos renunciar es a una buena voluntad, esto quiere decir que si yo actúo de buena voluntad sean las que sean las consecuencias nadie me puede reprochar moralmente nada. Toda la moral está formada por imperativos es decir “hay que hacer esto, hay que hacer aquello, etc.” Estos imperativos están en toda nuestra vida pues constantemente nos estamos dando órdenes de acuerdo con lo que queremos hacer. Lo verdaderamente moral serían unos imperativos que no estuvieran condicionados con nada más que porque somos seres humanos que nos acondiciona o manda a cumplir dichos imperativos. Este imperativo que deberíamos cumplir todos solo por ser humanos es decir por ser racionales. Kant lo expresa de varias maneras pero el ideal es que cada uno de nosotros actúe de acuerdo con una máxima que pueda desear que se convierta en ley universal para todos, es decir que si yo actuó de un modo pueda decir “ojala todo el mundo puesta en estas condiciones actuase de esta misma manera que voy a actuar”.
En educación

El imperativo categórico se usa como medio operativo de modificación del comportamiento. Indica el modo peculiar de relación y de intervención entre el adulto y el niño. La expresión representativa es «Haz esto», como mandato categórico, inmediato y presente. Al implicar exigencia perentoria de un cumplimiento inmediato, ha de ser:

    Individualizador: en cuanto al contenido del mandato, una sola orden, y el destinatario, una sola persona.
    Claro y preciso: en cuanto a la expresión verbal, conceptual.
    Pertinente: en cuanto al contenido, en correspondencia con los intereses y habilidades de la persona.
    Oportuno: en cuanto al tiempo y a la sucesión espacio-temporal, de ejecución inmediata y de breve duración.
    Evaluable y gratificante: en cuanto a la relación causa-efecto, en sus resultados, puesto que es un saber más dentro de nuestra autonomía moral.

Hay un imperativo que, sin poner como condición algún propósito a obtener por medio de cierta conducta, manda esa conducta inmediatamente. Tal imperativo es categórico. No se refiere a la materia de la acción y a lo que de ésta ha de suceder, sino a la manera y al principio de donde ella acontece. Lo esencialmente bueno de la acción consiste en el ánimo que conduce a ella, sea cual fuere el éxito. La denominación de este imperativo puede ser «de la moralidad». Kant se refiere a la moralidad que está sobre todo principio inmanente, que según él es consustancial al ser humano.

1 comentario:

esteban lob dijo...
Muy interesante, Francisco, como cada post de tus páginas.

24 de noviembre de 2013

Homero Aridjis / Tercer Poema de Ausencia

Tercer poema de ausencia

Tercer Poema de Ausencia


Tu has escondido la luz en alguna parte.
                      VICENTE HUIDOBRO

Tu has escondido la luz en alguna parte
y me niegas el retorno,
sé que esta oscuridad no es cierta
porque antes de mis manos volaban las luciérnagas,
y yo te buscaba
y tú eras tú
y éramos unos ojos
en un mismo lecho
y nadie de nosotros pensaba en el eclipse,
pero nos hicimos fríos y conocidos
y la noche se hizo inaccesible
para bajarla juntos.
Tú has escondido la luz en otros ojos,
porque desde que ya no existes
nada de que está junto a mí amanece.

Homero Aridjis

LOS OJOS DESDOBLADOS (1960)