Me ven ahora

30 de junio de 2009

Ambrose Bierce Luto


Una mujer con gasas de luto lloraba sobre una tumba.

Consuélese, señora - dijo un simpático forastero – . La misericordia del cielo es infinita. Habrá otro hombre en alguna parte, además de su marido, que todavía puede hacerla feliz.

Había – sollozó la mujer-, había, pero ésta es su tumba.

28 de junio de 2009

Cortísimo Metraje Julio Cortázar

Julio Cortazar

Cortísimo metraje


"Automovilista en vacaciones recorre las montañas del centro de Francia, se aburre lejos de la ciudad y de la vida nocturna. Muchacha le hace el gesto usual del autoestop  tímidamente pregunta si dirección Beaune o Tournus. En la carretera unas palabras, hermoso perfil moreno que pocas veces pleno rostro, lacónicamente a las preguntas del que ahora, mirando los muslos desnudos contra el asiento rojo. Al término de un viraje el auto sale de la carretera y se pierde en lo más espeso. De reojo sintiendo cómo cruza las manos sobre la minifalda mientras el terror poco a poco. Bajo los árboles una profunda gruta vegetal donde se podrá, salta del auto, la otra portezuela y brutalmente por los hombros. La muchacha lo mira como si no, se deja bajar del auto sabiendo que en la soledad del bosque. Cuando la mano por la cintura para arrastrarla entre los árboles, pistola del bolso y a la sien. Después billetera, verifica bien llena, de paso roba el auto que abandonará algunos kilómetros más lejos sin dejar la menor impresión digital porque en este oficio no hay que descuidarse".

25 de junio de 2009

Cuentos Breves y Extraordinarios.Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares


El Juramento del Cautivo

El Genio dijo al pescador que lo había sacado de la botella de cobre amarillo:
—Soy uno de los genios heréticos y me rebelé contra Salomón, hijo de David (¡que sobre los dos haya paz!). Fui derrotado; Salomón, hijo de David, me ordenó que abrazara la fe de Dios y que obedeciera sus órdenes. Rehusé; el Rey me encerró en ese recipiente de cobre y estampó en la tapa el Nombre Muy Alto, y ordenó a los genios sumisos que me arrojaran en el centro del mar. Dije en mi corazón: a quien me dé la libertad, lo enriqueceré para siempre. Pero un siglo entero pasó y nadie me dio la libertad. Entonces dije en mi corazón: a quien me dé la libertad, le revelare todas las artes mágicas de la tierra. Pero cuatrocientos años pasaron y yo seguía en el fondo del mar. Dije entonces: a quien me dé la libertad , yo le otorgaré tres deseos. Pero novecientos años pasaron. Entonces, desesperado, juré por el Nombre Muy Alto: a quien me dé la libertad, yo lo mataré.
Prepárate a morir, oh mi salvador.

De la noche tercera del libro de Las Mil y Una Noches.

El Cielo Ganado


El día del Juicio Final, Dios Juzga a todos y a cada uno de los hombres.
Cuando llama a Manuel Cruz, le dice:
—Hombre de poca fe. No creíste en mí. Por eso no entrarás en el Paraíso.
—Oh Señor —contesta Cruz—, es verdad que mi fe no ha sido mucha. Nunca he creído en Vos, pero siempre te he imaginado.
Tras escucharlo, Dios responde:
—Bien, hijo mío, entrarás en el cielo; mas no tendrás nunca la certeza de hallarte en él.

Gabriel Cristian Taboada (Buenos Aires, 1972)



Temor de la Cólera


En una de sus guerras, Alí derribó a un hombre y se arrodilló sobre su pecho para decapitarlo. El hombre le escupió en la cara. Alí se incorporó y lo dejó. Cuando le preguntaron por qué había hecho eso, respondió:
—Me escupió en la cara y temí matarlo estando yo enojado. Sólo quiero matar a mis enemigos estando puro ante Dios.

Ah’med el Qalyubi, Nanad



Entrada por Salida


Se disponía a decir “Vengo de parte de Fulano”, pero vio una cara de tan pocos amigos que, antes de tomar asiento, se incorporó, se puso el sombrero y dijo, dando la espalda:
—Me voy de parte de Fulano.

Jules Renard, Journal.

22 de junio de 2009

Abierto




No puedo contra tantos, gracias a todos

NICANOR PARRA ¿UNO MAS EN LA GUERRILLA?

Artefactos de Nicanor Parra






Las luchas tan características de la poesía chilena no desaparecieron con las muertes de Vicente Huidobro y Pablo de Rokha.

EL CUARTO CONTRINCANTE


Quizás no sea exagerado considerar al "antipoeta", Nicanor Parra, como el cuarto contrincante de la guerrilla literaria; y también, de alguna manera, el último: el culto de la personalidad que rodeaba a esos "tres egos monumentales" parecería haber pasado de moda en nuestra época de la comunicación masiva, y la antipoesía parecería haberse encargado de la degradación definitiva del poeta como un "antihéroe"’.
En vez de discutir los respectivos méritos de los tres mayores, Parra veía sus coincidencias en su fe común en el poder especial, casi divino, del poeta. Para el antipoeta los poetas bajaron del Olimpo:
Nosotros condenamos:
-Y esto sí que lo digo con respeto
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.

REFERENCIA CLARA

La referencia es clarísima en este poema, "Manifiesto", de 1963: el pequeño dios es Huidobro, la vaca sagrada Neruda, y el toro furioso Pablo de Rokha. Huidobro, por supuesto, ya estaba muerto desde hacía quince años, y tal vez De Rokha imaginó, al comienzo, que le quedaba un duelo solitario con Neruda: tal se entiende, al menos, por las ciento y tantas páginas de invectiva e hipérbole que invirtió en "Neruda y yo", publicado en 1955. Por lo tanto, la aparición -y el reconocimiento instantáneo- de “Poemas y antipoemas” y posteriormente el rechazo a su obra como “poesía de toro furioso”, lograron incitar, una vez más, la furia derokhiana. Parra era: “un mistificador idiota, absolutamente idiota y perverso, nada más que ‘un pingajo del zapato de Vallejo’, y cuyos antipoemas "inspiran lástima y asco".
Sin embargo, no cabe duda que la estrella titubeante de Pablo de Rokha no era el blanco principal del prefijo "anti"”, con el cual se había bautizado y consagrado Parra. El antipoeta se elevó en oposición, al comienzo silenciosa pero paulatinamente más explícita, al Poeta por excelencia, reconocido no sólo en Chile sino en gran parte del mundo: Neruda.

LIBRARSE DEL PADRE

Según Mario Benedetti, en una entrevista con Parra de 1969, la antipoesía es más bien una poesía antineruda, que rechaza las formas del poeta mayor. Parra reconoció cierta verdad en esto: “para ser sincero, Neruda fue siempre un problema para mí; un desafío, un obstáculo que se ponía en el camino; entonces había que pensar las cosas en términos de este monstruo. De modo que, en ese sentido, la palabra Neruda está allí como un marco de referencia” O, como dice -en otra entrevista- del mismo año: "sufrí el complejo del padre con respecto a él. Traté de zafarme desde que tuve uso de razón. Era el padre que aparecía ante el hijo como demasiado poderoso. A lo mejor sigo sufriendo."

Lo cierto es que la antipoesía tal como la reconocemos, jamás habría existido sin el apoyo y la amistad de Neruda. Por un lado, los manuscritos de "Poemas y antipoemas" se habrían perdido sin la ayuda de Neruda. Llegando un día a Isla Negra, Parra se dió cuenta que no tenía la maleta con los manuscritos:

“Se me había quedado en un restaurante de Melipilla, donde habíamos pasado a hacer un aro. Yo estaba desesperado y le dije a Pablo que iría a buscar la maleta, pero me dijo que ya no la recuperaría jamás, que él se hacía cargo. Le pidió a un chofer de micro que la buscara, haciendo pesar su influencia de poeta conocido, de senador y de "compañero". Después de unas horas entró en el living y dijo "Acto de magia", y de debajo de una manta que le colgaba de una mano, sacó la maleta. Yo no lo podía creer”.

En otra visita a Isla Negra, Parra leyó por primera vez los antipoemas, provocando "más hilaridad que simpatía" entre los demás invitados. La reacción de Neruda, sin embargo, era mucho más positiva: “se paseaba de un lado a otro como un oso enjaulado, se rascaba la nariz, me miraba y me preguntaba que cómo había hecho eso, escribir poesía de la nada. Al final me dijo: "si tu haces lo mismo a lo largo de todo un libro, entonces va a ocurrir algo".

AMISTAD EN CRISIS

Otro acto importantísimo de apoyo fue el elogio que escribió Neruda para la solapa de la primera edición de "Poemas y antipoemas", donde afirma que la poesía de Parra es "una delicia de oro matutino o un fruto consumado en las tinieblas”, que se destaca “por su follaje singular y sus fuertes raíces", y que puede “redondear como una vasija el canto con las sutiles líneas de la gracia”.
La verdad es que esta presentación parecería corresponder más a la poesía nerudiana que a Parra. El "discípulo" -como el poeta menor, que de algún modo, había llegado a ser- difería profundamente de su maestro, y el éxito de "Poemas y Antipoemas" le permitió librarse del tutelaje de Neruda y perseguir sus propios rumbos. Alrededor suyo, además, empezaba a formarse un grupo de escritores jóvenes que discrepaban con la poesía nerudiana de la época: Enrique Lihn, Jorge Teillier, Enrique Lafourcade, Alejandro Jodorowsky, entre otros. A partir de 1954, las relaciones personales entre Neruda y Parra se enfriaron o, mejor dicho, llegaron a constituir una extraña mezcla de recelo y de afecto, cuya manifestación más nítida ocurriría en 1962.
En marzo de ese año, la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile recibió a Pablo Neruda en calidad de Miembro Académico, en reconocimiento a su poesía. Nicanor Parra, profesor en la Universidad, tuvo a su cargo el discurso de recepción, que después se publicó junto a la intervención de Neruda.
El discurso es característicamente ambiguo, y aunque Parra profesa dirigirse a su amigo y maestro, surge la impresión de que la amistad entre los dos poetas está en crisis, y que el discípulo rechaza las últimas obras de su ex-maestro.
La obra de Neruda, sostiene Parra en su discurso, es un “proceso permanente de expansión y desarrollo” . Empleando un lenguaje burlonamente pseudo-intelectual, Parra delínea tres etapas en la trayectoria nerudiana: la primera va de Crepusculario a El Hondero Entusiasta, la segunda incorpora las dos primeras Residencias, y la tercera culmina con Canto General y Odas Elementales. Usando la base de esta división, Parra ofrece una serie de elogios de Neruda en tres distintos planos: el personal, el político y el poético. Sin embargo, en forma semi-oculta manifiesta sus críticas al Neruda de 1962 en los mismos tres planos.

LOS ELOGIOS A NERUDA COMO PERSONA, POLÍTICO Y POETA

La mejor de las etapas de Neruda, insiste Parra, es la tercera, “la etapa de la curación por el método marxista” en la cual los “falsos problemas individuales” se superan. “De todo lo cual pareciera surgir la enseñanza de que la plenitud del individuo es la resultante natural de su integración correcta a la lucha social”. Efectivamente, el Neruda exiliado por González Videla era un héroe, y Parra recita un poema que él mismo había escrito en honor de ese senador exiliado, a su vuelta a Chile en 1952.
Según Parra, él y Neruda representan dos formas de combate, ambas en servicio de la misma causa. El es un antipoeta, un "francotirador", que debate "a papirotazos", mientras que Neruda es un "poeta soldado", que “no da un paso sin su ametralladora personal”. Ambos poetas repudian el estado actual de la sociedad, puesto que “fuera de la lucha social todo es dolor, todo es tiniebla; todos los caminos conducen a la locura”.
Parra recita “El hombre invisible, poema inaugural de "Odas Elementales", donde “se ve centrada en una sola imagen la esencia del conflicto nerudiano, que no es otro que el conflicto central del hombre moderno, el paso del yo al nosotros. El antipoeta también se perfila como un hombre del montón, que habla el lenguaje de todos los días, así logrando su propio paso "del yo al nosotros". En vista de este acercamiento entre la poesía de Parra y de "Odas Elementales", habría que resaltar la última oración del discurso, donde Parra afirma que "las flechas inflamadas que él arroja al espacio se incrustan en la frente y en el corazón del lector por muy gruesa que sea la capa de plomo que los cubra". Esta descripción del efecto de la poesía comprometida de Neruda, se acerca a la que hace Parra de la misma antipoesía, que procura, en el poema “Advertencia al lector”, enterrar sus plumas “en la cabeza de los señores lectores”.

LAS CRÍTICAS A NERUDA

A pesar de los elogios que hace Nicanor Parra a "Canto General" y a "Odas Elementales", hay una serie de críticas implícitas y semi-ocultas que se desprenden del discurso, dirigidas tanto al comportamiento personal y político de Neruda como a su poesía.
En el plano personal, Parra afirma que Neruda se ha alejado de la gente común y se ha encerrado, por lo visto, en una especie de torre de marfil. "Hace tanto tanto tiempo que no converso con mi amigo Pablo, con mi hermano mayor, con mi maestro "al Pablo Neruda 1962 no le he visto ni la luz". ¡Neruda se ha vuelto inaccesible! "Su persona ha desaparecido de la circulación. Las escasas noticias que podemos obtener de él nos llegan refractadas y enrarecidas a través de los prismas intermediarios". Recordemos que la primera versión del poema paradigmático, "El hombre invisible", se llamaba "Hablando en la calle". Al parecer, el Pablo Neruda de 1962 había dejado de salir y hablar en la calle. La mención de los prismas intermediarios podría referirse al aparato partidario. Años después Parra hablaría de esto: "Yo sentía mucho no poder sentarme con Neruda, así como hermano, como amigo, tranquilamente a conversar. Eso no era posible porque estaban en el planteamiento de las relaciones verticales del socialismo autoritario".

LA CRÍTICA POLÍTICA

En cuanto a la política, hay la insinuación de cierta complacencia en el comportamiento de Neruda en los últimos años. El poeta ahora había "sorteado todos los peligros", y Parra observa "con asombro creciente su desplazamiento anual a lo largo del zodiaco" -con la sugerencia de que el `trotamundos’ haya perdido su preocupación por la situación política de Chile. Además Parra califica "Oda al caldillo de congrio" como "poesía para después de la revolución”, y considera que “el poeta ha resuelto todos sus problemas y se sienta sonriente a la mesa, a disfrutar del banquete marítimo y terrestre". Los problemas del poeta se habrían resuelto, pero es evidente que los problemas de la sociedad chilena seguían iguales: la revolución no había llegado ni a Chile ni a ningún país de Latinóamérica, y eran pocos quienes podían sentarse a disfrutar de un banquete. La crítica implícita en el discurso parecería preguntar: ¿cómo, entonces, celebrar una revolución que no ha ocurrido, sin que la sonrisa del celebrante sea complaciente?.

LA CRÍTICA POÉTICA

En términos literarios, el discurso da la impresión de que la poesía importante de Neruda ha llegado a su fin. En ningún momento se refiere Parra a la poesía posterior a Odas, la etapa que empieza con Estravagario en 1958 y corresponde a lo que se ha llamado una poesía "de la penumbra". Parra habla más bien de “la misión llevada a feliz término por Pablo Neruda a lo largo de cuarenta años de investigación espiritual”. Llama la atención esta palabra “término”. El poeta-héroe de 1952, a quien Parra dedicó su poema lleno de “devoción” y “afecto” parece haberse agotado en sus esfuerzos por escribir una poesía para todos. Si bien “El hombre invisible” se caracterizó por el paso del yo al nosotros, Neruda no siguió este camino , dando su espalda a la poesía de Odas en Estravagario, donde afirmó el derecho de escribir una poesía personal y privada:
“voy a abrirme y voy a encerrarme con mi más pérfido enemigo, Pablo Neruda.”
Sin embargo, hay otro motivo por el cual Parra habría ignorado esta última etapa de la poesía de Neruda. Si bien Estravagario puede verse como un regreso a temáticas olvidadas, también fue interpretado como una respuesta a la poesía de Parra mismo: “en el momento de su aparición, la crítica chilena insinuó -quizás para provocar una pequeña tormenta- que Estravagario estaba influido por la poesía más reciente de Nicanor Parra en especial por “La cueca larga” y “Discurso fúnebre”, conocidos desde mediados de los años cincuenta . Más tarde, el crítico René de Costa, cuyo libro sobre Neruda recién se ha publicado en castellano, se refiriría a Estravagario como “antipoesía”, resaltando la importancia de Parra en la nueva obra nerudiana:
“Estravagario es importante... por la exitosa adaptación del tono y el estilo de lo que hoy se llama antipoesía. Neruda utiliza en esta obra muchas de las técnicas y procedimientos de Poemas y antipoemas, de Parra ( 1954), comienza toda una nueva etapa de su propia poesía, y contribuye a la aceptación de un tipo de expresión literaria radicalmente diferente”.

Al ignorar Estravagario, parecería que Parra estaría afirmando su derecho a defender su propia poesía, que Neruda estaría "plagiando", como diría el lenguaje de la guerrilla literaria.

Durante su discurso, Parra declara que “la verdadera seriedad es cómica”, y recita un poema en el cual compara la seriedad de solterona, de juez de letras, de cura párroco, etc., con la “verdadera seriedad” de Kafka, Chaplín, Chejov, Cervantes y Quevedo. Dos veces repite los versos ultra-conocidos de Quevedo "Érase un hombre a una nariz pegado / Érase una nariz superlativa”-, que sirvieron como armas en la otra gran guerrilla de la literatura de lengua española, sostenida entre Quevedo y Góngora. Me pregunto si alguien en el público habría relacionado esa guerrilla española con la que existía en Chile, en la cual Parra ahora se estaría arrojando, y si ese alguien, al formular la relación, habría mirado, muy de reojo, el perfil definitivamente narigón de Neruda: "érase una nariz superlativa..."

EL NERUDA DE LA INSTITUCIÓN

Según el discurso de Parra, el héroe rebelde que había vivido en forma clandestina en Chile durante un año, y luego había pasado a un exilio de varios años, parece haber perdido su rebeldía y entrado en la institución.
Parra relaciona, en forma simbólica, “este acto de recepción a nuestro poeta máximo con el antiacto de desafuero de que fue víctima inocente el senador Pablo Neruda el año 1949”, y afirma que ahora "don Andrés Bello lo llama desde la eternidad de su columna de mármol y lo proclama su hijo predilecto". Así Pablo Neruda llega a ser considerado como si fuera un poeta del pasado, ya agotado, que acompañaría a don Andrés Bello entre los clásicos de la patria, un monumento institucionalizado para la posteridad entre las columnas de mármol de la institución universitaria, y recordemos que la finalidad última del antipoeta, como ya antes había dicho Parra, es “hacer saltar a papirotazos los cimientos apolillados de las instituciones caducas y anquilosadas”.

“MADRID ES EL CORAZÓN”

Una indicación final de esta visión de un Neruda ya terminado, es el texto que Parra recita en los últimos momentos de su discurso: “Spain”, uno de los poemas más conocidos del inglés W. H. Auden. La conexión con Neruda es evidente, sobre todo en el verso “Madrid en el corazón”, que hace recordar el libro que Neruda publicó durante la guerra civil, “España es el corazón”. Sin embargo hay una razón para cuestionar los motivos detrás de la elección de este poema. Poco después de escribir una primera versión de “Spain”, en 1937, Auden se alejó del Partido Comunista y cuando lo reescribió, en 1940, cortó todas las referencias de índole claramente comunista, tal como “la entusiasta elección de un comité / por un repentino bosque de manos elevadas”, y también quita el verso “Madrid es el corazón”. Llama la atención que Parra, conocedor de la poesía de Auden desde su estadía en Inglaterra a comienzos del año cincuenta, recita la primera versión del poema, es decir, la versión “comunista” que el propio poeta había rechazado. La elección de “Spain” podría sugerir, entonces, que la poesía comprometida de Pablo Neruda es, para Parra, una poesía del pasado, que ahora necesitaría reescribirse. En este caso, la poesía del “francotirador” resultaría ser el camino del futuro, una poesía que ataca las instituciones caducas -entre ellas Neruda- mediante la risa, y que al mismo tiempo insiste en la necesidad de un yo poético realmente colectivo.

Visto así, el discurso parecería
(a) celebrar la poesía comprometida de Neruda;
(b) ignorar -y, se supone, despreciar- la poesía posterior, "de la penumbra", por ser una mera copia de la antipoesía;
(c) opinar, además, que incluso la poesía de compromiso de Neruda ya era anacrónica.

LA TAZA DE TÉ Y LOS ARTEFACTOS

Las relaciones personales entre los dos poetas se rompieron para siempre después de la fatídica taza de té que tomó Parra en la Casa Blanca, donde una visita turística, con otros poetas, al domicilio del presidente desembocó en una sala de recepción, en la cual la sonriente Pat Nixon los esperaba con té y fotógrafos. Por otro lado, el antipoeta defendió su independencia y se negaba a someterse ciento por ciento a las exigencias de la Unidad Popular. Artefactos, una caja de `tarjetas postales publicadas en 1972, contenía varios textos que provocaron ira tanto en la izquierda como la derecha, tales como: “HASTA CUANDO SIGUEN FREGANDO LA CACHIMBA / Yo no soy derechista ni izquierdista / yo simplemente rompo con todo”; CUBA SI / YANKEES TAMBIÉN”; “PADRE NUESTRO / Que estás en el centro / líbranos de derechas e izquierdas”. El resultado fue el ostracismo casi total de Parra dentro del mundo literario chileno. “Mi independencia cayó muy mal en la izquierda, al extremo que fui ejecutado, metafóricamente, por ellos”, afirma Parra, convencido de que Neruda estaba al centro del boicot a su persona. Posteriormente, oficiales de la dictadura mandaron quemar a Artefactos.

Más allá de las diferencias entre los dos poetas, cualquier persona que ha conversado largamente con Parra se da cuenta del gran cariño que éste guarda para Neruda, a pesar de todos los malentendidos, las envidias y los choques que son inevitables entre dos grandes escritores en el espacio tan restringido del mundo literario de Santiago. En este sentido, el poema “Cristo de Elqui deplora la muerte de Pablo Neruda”, publicado en Poesía Política con la voz de la ‘persona’ del viejo predicador, es una muestra del afecto que retiene Parra para Neruda:

“Hombres como Neruda no debieran morir /es lo que yo postulo con este poema /menos aún de cáncer a la próstata / díganme Uds. quién se beneficia / con la muerte de un genio como Neruda /¿la Virtud? ¿el Progreso? ¿la Providencia? ¡puchas con la Divina Providencia! /este es un crimen que no tiene nombre /tuvo razón el búho cuando dijo /que los hombres + bellos /son los manjares de que se nutren los dioses /el Espíritu Santo me perdone: /no comprendo /juro que no comprendo /si no fuera x esta maldita sotana /yo me suicidaría de vergüenza.

MANIFIESTO

Señoras y señores
Esta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo.

Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.

A diferencia de nuestros mayores
-Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.

Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.

Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.

Este es nuestro lenguaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.

Todo estos señores
-Y esto lo digo con mucho respeto-
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar
A la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.

Nosotros repudiamos
La poesía de gafas obscuras
La poesía de capa y espada
La poesía de sombrero alón.
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto
La poesía a cabeza desnuda.

No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada.

Ahora bien, en el plano político
Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
Se refractaron y dispersaron
Al pasar por el prisma de cristal.
Unos pocos se hicieron comunistas.
Yo no sé si lo fueron realmente.
Supongamos que fueron comunistas,
Lo que sé es una cosa:
Que no fueron poetas populares,
Fueron unos reverendos poetas burgueses.

Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
Supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron
Se declararon de palabra y de hecho
Contra la poesía dirigida
Contra la poesía del presente
Contra la poesía proletaria.

Aceptemos que fueron comunistas
Pero la poesía fue un desastre
Surrealismo de segunda mano
Decadentismo de tercera mano,
Tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
Poesía nasal y gutural
Poesía arbitraria
Poesía copiada de los libros
Poesía basada
En la revolución de la palabra
En circunstancias de que debe fundarse
En la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
Para media docena de elegidos:
"Libertad absoluta de expresión".

Hoy nos hacemos cruces preguntando
Para qué escribirían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
Sino cuando se trata del estómago.

¡Qué lo van a asustar con poesías!

La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.

Nada más, compañeros
Nosotros condenamos
-Y esto sí que lo digo con respeto-
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.

Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firma
-Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos-
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo.


Zerán, Faride. La guerrilla literaria: Huidobro, De Rokha, Neruda. Santiago: Ediciones Bat, 1992.
NICANOR PARRA O EL ARTEFACTO CON LAURELES por Mario Benedetti

19 de junio de 2009

Marylin Monroe lee a Ulysses

Ulysses
Marilyn Monroe reading Ulysses

Marylin Monroe lee a Ulysses

La imagen que ha llegado a nuestros días es la de una Marilyn Monroe frívola y superficial. Sin embargo, afirman que su coeficiente intelectual estaba muy por encima de la media, lo que se reflejaba en sus inquietudes intelectuales... y también en su biblioteca.



En el momento de fallecer en 1962, este la rubia eterna era poseedora de una amplísima biblioteca a rebosar de volúmenes en los que hacía anotaciones al margen. Se calcula que dejó alrededor de 400 libros en sus estantes, entre los que se encontraban el «Ulises» de James Joyce, «Crimen y Castigo» de Dostoevsky, obras de Chéjov, Freud, Proust, Pushkin, Flaubert, Khalil Gibran, o Bertrand Russell…


Vida doméstica

Aunque también hay un buen número de libros que nos hablan de su parte más mundana, de su vida doméstica, «La alegría de cocinar», «Cómo cuidar a bebés y niños» o una guía de arreglos florales.

Muchos de estos libros fueron catalogados y más tarde subastados por Christie’s en Nueva York. Ahora, la red social de lectura Librarything ha conseguido, a partir de esos catálogos de subasta, realizar una lista de 262 de estos 400 libros, , acompañada de un pequeño perfil, para que cualquier internauta pueda comprobar qué obras pudo leer, o al menos tener en su biblioteca la inolvidable protagonista de «Ellos las prefieren rubias».


Pose sugestiva

17 de junio de 2009

"Orfeo y Eurídice" Lugones

Orfeo y Eurídice (Rubens)


Hallo una contradicción, dijo el filósofo, entre la inexorable ley, conforme a la cual ningún mortal volvía del Hades, y el retorno de Eurídice, concedido por el dios infernal a Orfeo, cuando éste lo apiadó con la lira.
—Más aún, confirmó el filósofo, si se considera que la ley del Hades no incumbía al dios, sino al destino cuyo carácter impersonal excluye la compasión.
—El dios fue a la vez piadoso y sutil, enseñó el poeta, y eso se ve en la condición que puso a Orfeo: no volverse para mirar a Eurídice, hasta no haber abandonado el infierno. Pues hallándose realmente enamorado de ella Orfeo, el dios sabía con seguridad que no resistiría al ansia de verla.

15 de junio de 2009

El precursor de Cervantes-Marco Denevi

Aldonza Lorenzo,doña Dulcinea del Toboso

Vivía en El Toboso una moza llamada Aldonza Lorenzo, hija de Lorenzo Corchelo, sastre, y de su mujer Francisca Nogales. Como hubiese leído numerosísimas novelas de estas de caballería, acabó perdiendo la razón. Se hacía llamar doña Dulcinea del Toboso, mandaba que en su presencia las gentes se arrodillasen, la tratasen de Su Grandeza y le besasen la mano. Se creía joven y hermosa, aunque tenía no menos de treinta años y las señales de la viruela en la cara. También inventó un galán, al que dio el nombre de don Quijote de la Mancha. Decía que don Quijote había partido hacia lejanos reinos en busca de aventuras, lances y peligros, al modo de Amadís de Gaula y Tirante el Blanco. Se pasaba todo el día asomada a la ventana de su casa, esperando la vuelta de su enamorado. Un hidalgüelo de los alrededores, que la amaba, pensó hacerse pasar por don Quijote. Vistió una vieja armadura, montó en un rocín y salió a los caminos a repetir las hazañas del imaginario caballero. Cuando, seguro del éxito de su ardid, volvió al Toboso, Aldonza Lorenzo había muerto de tercianas 1.

FIN
1. Tercianas: Fiebre intermitente cuyos accesos se repiten cada tres días.

11 de junio de 2009

La zorra y el conejo


Un maestro Chan salió al bosque en compañía de uno de sus discípulos, y al ver que un conejo era perseguido por una zorra, señaló enfático:
—De acuerdo con una fábula antigua el conejo se escapará de la zorra.
—No lo creo —dijo el discípulo—. La zorra es mucho más veloz.
—Pero el conejo sabrá eludirla —insistió el maestro.
—¿Por qué habla usted con tanta seguridad? —
inquirió el discípulo.
—Porque la zorra va corriendo por su alimento y el conejo por su vida —contestó el maestro.

8 de junio de 2009

Sexo



La bibliotecaria se quitó la ropa. En la sala un hombre leía muy concentrado. La bibliotecaria avanzó entre los estantes: se aproximó al lector con sinuosos movimientos de cadera dejando que sus pechos bailotearan libremente. El hombre no levantó su mirada de las hojas impresas. Leía un cuento acerca de una bibliotecaria que se desnuda con fines de seducción. Nada podía distraerlo de esa excitante historia. Cansada y sin esperanzas, la bibliotecaria se vistió y volvió a ocupar su lugar de siempre en la sala de referencias bibliográficas.

5 de junio de 2009

El emperador de la China


Cuando el emperador Wu Ti murió en su vasto lecho, en lo más profundo del palacio imperial, nadie se dio cuenta. Todos estaban demasiado ocupados en obedecer sus órdenes. El único que lo supo fue Wang Mang, el primer ministro, hombre ambicioso que aspiraba al trono. No dijo nada y ocultó el cadáver. Transcurrió un año de increíble prosperidad para el imperio. Hasta que, por fin, Wang Mang mostró al pueblo el esqueleto pelado del difunto emperador. “Veis —dijo—. Durante un año un muerto se sentó en el trono. Y quien realmente gobernó fui yo. Merezco ser gobernador.” El pueblo, complacido, lo sentó en el trono y luego lo mató, para que fuese tan perfecto como su predecesor y la prosperidad del imperio continuase.


3 de junio de 2009

Claudio Arrau Pianista - Beethoven – Concierto para piano no.5

Tumba de Claudio Arrau Chillán




Biografía

Hijo del doctor Carlos Arrau Ojeda y de Lucrecia León Bravo de Villalba, la familia Arrau descendía de Lorenzo de Arrau, un ingeniero español de la Colonia. Cuando Claudio tenía apenas un año, su padre falleció, producto de un accidente ecuestre; la familia Arrau tuvo importantes deudas sin pagar entonces. Esto motivó a su madre a dedicar tiempo completo a su oficio, la enseñanza de la ejecución del piano.

Niño prodigio, a los 3 años ya leía partituras y a los 5 años ofreció su primer recital en su ciudad natal. Tras una sesión de piano frente al Presidente Pedro Montt y Montt y el Congreso Nacional, se le otorgó una beca para seguir estudios en Berlín en el Conservatorio Stern, junto al destacado profesor Martin Krause, uno de los últimos discípulos de Franz Liszt.

Durante ese periodo ganó varios premios, incluyendo el Primer Premio del Concurso de la Casa Rudolph Ibach y la Gustav Holländer Medal. En 1914 ofreció su primer recital en Berlín y luego comenzó una extensa gira por Alemania y Escandinavia, mientras que en 1918 realizó una gira por toda Europa. En esa época, actuó junto a las principales orquestas bajo directores como Nikisch, Muck, Mengelberg y Furtwängler.

Martin Krause falleció en 1918, hecho que sumió a Arrau en una depresión. Tal era el respeto que debía a su maestro que, tras este hecho, dio su formación musical por completa, no teniendo posteriormente ningún otro profesor. Supo reponerse y siguió dando conciertos, hasta que, en 1920, recibió el Premio Liszt por dos años consecutivos.

En 1925 recibió el nombramiento de Profesor del Conservatorio Stern. En 1937 se casó con Ruth Schneider, mezzosoprano, con la que tuvo tres hijos.

Arrau siempre reconoció en Pablo Neruda un artista y autor "non plus ultra", y dijo que para él habría sido un honor que el poeta lo considerase su amigo

En 1941, Arrau se trasladó a Estados Unidos debido a la consolidación del nazismo. La decisión se vio motivada por el asesinato de un discípulo y por la persecución en la que se vio envuelta su mujer, acusada de tener sangre judía. Instalado en Nueva York, fundó en 1943 la "Academia Claudio Arrau" con Rafael de Silva.

En 1980 la Orquesta Filarmónica de Berlín le otorgó la medalla Hans von Bülow. En 1983 recibió el que, quizás, fue su más grande honor, ya que fue condecorado con el Premio Nacional de Arte de Chile, hecho que según el mismo pianista era su consagración definitiva, señalando que

"ser reconocido por la gente y la tierra donde uno nació es para mí la consagración definitiva. A uno lo pueden distinguir los amigos, los admiradores y los críticos, pero si falta el reconocimiento de la propia familia, el honor y la fama son incompletos. Ahora la familia chilena ha decidido concedérmelo y mis sentimientos son una mezcla de gran humildad y emocionada satisfacción."

Claudio Arrau León falleció en Mürzzuschlag, Austria, a los 88 años, el 9 de junio de 1991. Sus restos están sepultados en el cementerio de Chillán por voluntad testamentaria.