La bibliotecaria se quitó la ropa. En la sala un hombre leía muy concentrado. La bibliotecaria avanzó entre los estantes: se aproximó al lector con sinuosos movimientos de cadera dejando que sus pechos bailotearan libremente. El hombre no levantó su mirada de las hojas impresas. Leía un cuento acerca de una bibliotecaria que se desnuda con fines de seducción. Nada podía distraerlo de esa excitante historia. Cansada y sin esperanzas, la bibliotecaria se vistió y volvió a ocupar su lugar de siempre en la sala de referencias bibliográficas.
Me ven ahora
8 de junio de 2009
20 comentarios:
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Jajajá, esto parece un cuento de Santiago en 100 palabras. Jijiji, me gustó.
ResponderBorrarDesde luego una lectura excitante.
ResponderBorrarLo que creamos en nuestra mente es como deseamos, pocas veces la realidad lo consigue mejorar...(Eso dicen)
¿El gato que se muerde la cola?.
ResponderBorrarBuen micro.
Saludiños.
¿se puede llegar a tal grado de reconcentración?
ResponderBorrarbiquiños,
pucha que lata
ResponderBorrarel letrero es más fuerte...
"silencio , zona de lectura"
muakismuakis:=)
♥
ResponderBorrarMe encanta esta historia.
Sucede muchas veces que no vemos más allá de nuestras narices.
Creo que es factible ese tipo de concentración.
Salud♥s
¿Es mejor la lectura o la vida? Desde luego, el protagonista de la historia nunca lo sabrá.
ResponderBorrarBesos selváticos.
Seria bueno me dijeras que biblioteca es para no mandar ahi a mi, marido jejeje.
ResponderBorraraunque besos y abrazos no sacan pedaso.
Oye chico eres genial, me encanto tu post, mira que chica tan sexy eh.
cuidate un abrazo
jajajaja Me pregunto si puede ser verdad, estar embebido en una fantasía, en un libro, y no ver la realidad que está en vivo delante de las narices de uno...
ResponderBorrarSalud
¿RIZANDO EL RIZO?
ResponderBorrarSALUD.
Me gusta la historia.
ResponderBorrarPobre bibliotecaria... igual tenía que haber hecho algo de ese ruido prohibido en su lugar de trabajo...
aunque acaso el hombre tampoco se habría dado cuenta!
El autor del libro aquel se habría sentido honrado, si hubiese sabido que uno de sus lectores desechó la realidad por su ficción.
ResponderBorrarSaludos.
Definitivamente mejor la fantasía guíada por el autor del libro, que la realidad sin control.
ResponderBorrarBienaventurados los bizcos porque serán de ellos ambas realidades!
(ahora,si!)
Me ha encantado el comentario de Diego. Iba a escribir algo parecido pero me lo ha pisado. Para que luego digan que la literatura no engancha.
ResponderBorrarSaludos y hasta pronto.
Excelente! esto me recuerda esa historia de la ostra que saco su perla para dejarla al lado pensando que asi el buceador cogeria la perla dejando la ostra en paz...pero al llegar el buceador este automaticamente cojio la ostra dejando caer la enorme perla al fondo del mar...acostumbrado a recoger ostras...solo ostras...
ResponderBorrarA veces estamos tan ensimismados en lo superficial e irreal que perdemos lo real...:)
Me gusto,
un beso,
hay quienes prefieren lo entelectual por sobre lo sensual (mente v/s sensaciones) y dónde está lo más verdadero?...
ResponderBorrarG.
Por leer tantas historias, a veces la realidad pasa ante nuestros ojos sin darnos cuenta. Saludos afectuosos, de corazón.
ResponderBorrarjajaja, definitivamente eso si se llama concentración.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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