Me ven ahora

27 de octubre de 2012

Pablo Neruda / Oda al libro


Libro,
hermoso,
libro,
mínimo bosque,
hoja
tras hoja,
huele
tu papel
a elemento,
eres
matutino y nocturno,
cereal,
oceánico,
en tus antiguas páginas
cazadores de osos,
fogatas
cerca del Misisipí,
canoas
en las islas,
más tarde
caminos
y caminos,
revelaciones,
pueblos
insurgentes,
Rimbaud como un herido,
pez sangriento
palpitando en el lodo,
y la hermosura
de la fraternidad,
piedra por piedra
sube el castillo humano,
dolores que entretejen
la firmeza,
acciones solidarias,
libro
oculto
de bolsillo
en bolsillo,
lámpara
clandestina,
estrella roja.
Nosotros
los poetas
caminantes
exploramos
el mundo,
en cada puerta
nos recibió la vida,
participamos
en la lucha terrestre.
¿Cuál fue nuestra victoria?
Un libro,
un libro lleno
de contactos humanos,
de camisas,
un libro
sin soledad, con hombres
y herramientas,
un libro
es la victoria.
Vive y cae
como todos los frutos,
no sólo tiene luz,
no sólo tiene
sombra,
se apaga,
se deshoja,
se pierde
entre las calles,
se desploma en la tierra.
Libro de poesía
de mañana,
otra vez
vuelve
a tener nieve o musgo
en tus páginas
para que las pisadas
o los ojos
vayan grabando
huellas:
de nuevo
descríbenos el mundo,
los manantiales
entre la espesura,
las altas arboledas,
los planetas
polares,
y el hombre
en los caminos,
avanzando
en la selva,
en el agua,
en el cielo,
en la desnuda soledad marina,
el hombre
descubriendo
los últimos secretos
el hombre
regresando
con un libro,
el cazador de vuelta
con un libro,
el campesino
arando
con un libro.

25 de octubre de 2012

Ojitos de Pena- Max Jara (1886- 1965)


Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.
Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.
Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.

24 de octubre de 2012

Nicanor Parra Manifiesto





Manifiesto

Señoras y señores Esta es nuestra última palabra. -Nuestra primera y última palabra- Los poetas bajaron del Olimpo. Para nuestros mayores La poesía fue un objeto de lujo Pero para nosotros Es un artículo de primera necesidad: No podemos vivir sin poesía. A diferencia de nuestros mayores -Y esto lo digo con todo respeto- Nosotros sostenemos Que el poeta no es un alquimista El poeta es un hombre como todos Un albañil que construye su muro: Un constructor de puertas y ventanas. Nosotros conversamos En el lenguaje de todos los días No creemos en signos cabalísticos. Además una cosa: El poeta está ahí Para que el árbol no crezca torcido. Este es nuestro lenguaje. Nosotros denunciamos al poeta demiurgo Al poeta Barata Al poeta Ratón de Biblioteca. Todo estos señores -Y esto lo digo con mucho respeto- Deben ser procesados y juzgados Por construir castillos en el aire Por malgastar el espacio y el tiempo Redactando sonetos a la luna Por agrupar palabras al azar A la última moda de París. Para nosotros no: El pensamiento no nace en la boca Nace en el corazón del corazón. Nosotros repudiamos La poesía de gafas obscuras La poesía de capa y espada La poesía de sombrero alón. Propiciamos en cambio La poesía a ojo desnudo La poesía a pecho descubierto La poesía a cabeza desnuda. No creemos en ninfas ni tritones. La poesía tiene que ser esto: Una muchacha rodeada de espigas O no ser absolutamente nada. Ahora bien, en el plano político Ellos, nuestros abuelos inmediatos, ¡Nuestros buenos abuelos inmediatos! Se refractaron y dispersaron Al pasar por el prisma de cristal. Unos pocos se hicieron comunistas. Yo no sé si lo fueron realmente. Supongamos que fueron comunistas, Lo que sé es una cosa: Que no fueron poetas populares, Fueron unos reverendos poetas burgueses. Hay que decir las cosas como son: Sólo uno que otro Supo llegar al corazón del pueblo. Cada vez que pudieron Se declararon de palabra y de hecho Contra la poesía dirigida Contra la poesía del presente Contra la poesía proletaria. Aceptemos que fueron comunistas Pero la poesía fue un desastre Surrealismo de segunda mano Decadentismo de tercera mano, Tablas viejas devueltas por el mar. Poesía adjetiva Poesía nasal y gutural Poesía arbitraria Poesía copiada de los libros Poesía basada En la revolución de la palabra En circunstancias de que debe fundarse En la revolución de las ideas. Poesía de círculo vicioso Para media docena de elegidos: "Libertad absoluta de expresión". Hoy nos hacemos cruces preguntando Para qué escribirían esas cosas ¿Para asustar al pequeño burgués? ¡Tiempo perdido miserablemente! El pequeño burgués no reacciona Sino cuando se trata del estómago. ¡Qué lo van a asustar con poesías! La situación es ésta: Mientras ellos estaban Por una poesía del crepúsculo Por una poesía de la noche Nosotros propugnamos La poesía del amanecer. Este es nuestro mensaje, Los resplandores de la poesía Deben llegar a todos por igual La poesía alcanza para todos. Nada más, compañeros Nosotros condenamos -Y esto sí que lo digo con respeto- La poesía de pequeño dios La poesía de vaca sagrada La poesía de toro furioso. Contra la poesía de las nubes Nosotros oponemos La poesía de la tierra firma -Cabeza fría, corazón caliente Somos tierrafirmistas decididos- Contra la poesía de café La poesía de la naturaleza Contra la poesía de salón La poesía de la plaza pública La poesía de protesta social. Los poetas bajaron del Olimpo.

17 de octubre de 2012

Descripción de la perfecta belleza. (Beschreibung vollkommener Schönheit) Christian Hofmann von Hofmannswaldau (1617-1679)


Descripción de la perfecta belleza.
(Beschreibung vollkommener Schönheit)
Christian Hofmann von Hofmannswaldau (1617-1679)

Un cabello que temerario a Berenice esquiva,
Una boca que exhibe rosas, plena de perlas,
Una lengua que emponzoña mil corazones,
Dos senos, donde el rubí alabastro tramaría.

Un cuello que en todo aventaja al cisne,
Dos mejillas, donde la majestad de Flora se agita,
Una mirada que derriba hombres, que convoca rayos,
Dos brazos, cuya fuerza al león han ejecutado.

Un corazón, del cuál no brota más que mi ruina,
Una voz, tan celestial que mi condena sentencia,
Dos manos, cuyo rencor al destierro me envían,
Y con dulce veneno la misma alma envuelve
Un adorno, así parece, en Paraíso creado,
De todo ingenio y libertad me ha privado.






Beschreibung vollkommener Schönheit

Ein Haar, so kühnlich Trotz der Berenice spricht,

Ein Mund, der Rosen führt und Perlen in sich heget,
Ein Zünglein, so ein Gift vor tausend Herzen träget,
Zwo Brüste, wo Rubin durch Alabaster bricht.

Ein Hals, der Schwanenschnee weit, weit zurücke sticht.

Zwei Wangen, wo die Pracht der Flora sich beweget,
Ein Blick, der Blitze führt und Männer niederleget,
Zwei Armen, derer Kraft oft Leuen hingericht,

Ein Herz, aus welchem nichts als mein Verderben quillet,

Ein Wort, so himmlisch ist und mich verdammen kann,
Zwei Hände, derer Grimm mich in den Bann getan

Und durch ein süßes Gift die Seele selbst umhüllet,

Ein Zierat, wie es scheint, im Paradies gemacht,
Hat mich um meinen Witz und meine Freiheit bracht.

14 de octubre de 2012

Cesare Pavese (9 de septiembre de 1908 - 27 de agosto de 1950). Escritor italiano.




VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos 
esta muerte que nos acompaña 
desde el alba a la noche, insomne, 
sorda, como un viejo remordimiento 
o un absurdo defecto. Tus ojos 
serán una palabra inútil, 
un grito callado, un silencio. 
Así los ves cada mañana 
cuando sola te inclinas 
ante el espejo. Oh, amada esperanza, 
aquel día sabremos, también, 
que eres la vida y eres la nada. 

Para todos tiene la muerte una mirada. 
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. 
Será como dejar un vicio, 
como ver en el espejo 
asomar un rostro muerto, 
como escuchar un labio ya cerrado. 
Mudos, descenderemos al abismo.

 Verrà la morte e avrà i tuoi occhi

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi-
questa morte che ci accompagna
dal mattino alla sera, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grido taciuto, un silenzio.
Così li vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla

Per tutti la morte ha uno sguardo.
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.
Sarà come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti.

9 de octubre de 2012

Jorge Bustamante (1949- )

Hace mas de un mes que desaparecí sin avisar, ahora anuncio que vuelvo el 14 de Octubre, por motivos de salud. Publiqué esto para mostrar que el blog sigue vigente

Jorge Bustamante (1949- )

De Vilnius a Trakái con Mizhelaities

A Tatiana Gordieiva 
después de tantos años.

El tren se desliza silencioso
sobre pequeños charcos de nieve diluida.
A lo lejos, cabañitas y dachas
exhalan un humo gris. La mañana es opaca,
la neblina se deshace estrepitosa
al estrellarse contra los carros y los ventanales
una calma extraña nos rodea.
Un hombre sentado al frente
elegante y de bigotes claros
lee un libro de poemas.
Es un libro grande, de pasta azul
y la figura de un hombre en la portada.
Tania se acerca y me susurra al oído:
“Son los poemas de Eduardas Mizhelaities”.
Callo. Miramos de nuevo el campo helado.
Al fondo, como un punto que va creciendo,
divisamos el hermoso castillo de Trakái.
El tren comienza a detenerse.
Por primera vez en todo el viaje
el hombre del bigote claro
alza los ojos y cierra el libro:
de Vilnius a Trakái leyó su Mizhelaities.