A falta de un clavo, se cayò la herradura. A
falta de una herradura, se perdio un caballo. A falta de un caballo, se
perdio un mensaje. A falta de una mensaje, se perdio la guerra".
Y TODO POR FALTA DE UN CLAVO EN LA HERRADURA
POR FALTA DE UN CLAVO DE HERRADURA
Esta famosa leyenda se basa en la muerte del rey inglés Ricardo III,
cuya derrota en la batalla de Bosworth, en 1485, fue inmortalizada por
el célebre verso de Shakespeare, “¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por
un caballo!”
Son coincidencias que aun sin clavos ni caballos, suelen ocurrir en la vida diaria.
ResponderBorrarSaludos.
Muy buenooooo!!!!!!!!
ResponderBorrarGracias por este mensaje, existente que por falta de una pequeñísimo objeto se pueda perder tanto.
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