Giorgos Seferis (en griego: Γιώργος Σεφέρης; en transcripción española fonética, Yorgos Seferis) (13 de marzo, 1900 a Esmirna, actualmente Izmir, en Turquía - 20 de septiembre, 1971) es el seudónimo del poeta y diplomático griego Giorgos Seferiadis, primer griego nominado con el Nobel.
Helen of Troy
Dante Gabriel Rossetti (1828-1882)
HELENA: No he pisado jamás Troya. Era sólo un espectro.
SIRVIENTE: ¿Cómo? ¿Dice que solo estuvimos muriendo por una quimera ?”
Eurípides, «Helena»
SIRVIENTE: ¿Cómo? ¿Dice que solo estuvimos muriendo por una quimera ?”
Eurípides, «Helena»
Helena
«Los ruiseñores no te dejan dormir en Platres.»
Tímido ruiseñor que entre el aliento de las hojas
brindas el alivio musical del bosque
a los cuerpos fatigados y a las almas
de quienes se sabe que no han de regresar;
Ciega voz que que a tientas buscas en la noche del recuerdo
pasos y gestos, diría casi besos
y el amargo tormento de la indómita sierva.
«Los ruiseñores no te dejan dormir en Platres.»
¿Qué es Platres? ¿Quién conoce esta isla?
He pasado mi vida oyendo extraños nombres,
países nuevos, nuevas locuras de personas
o de dioses.
Mi destino, que flota
entre la gruesa espada de un Ayante
y una nueva Salamina,
me trajo hasta esta playa.
La luna
ha surgido del mar como Afrodita,
Ahora cubre los astros del Arquero y va por
el corazón de Escorpión y todo cambia.
¿Dónde está la verdad?
Yo fui también un arquero en la guerra.
Mi destino, el de un hombre fracasado.
Melodioso ruiseñor,
en una noche como esta en la playa de Proteo
te escucharon las esclavas de Esparta y rompieron en lamentos,
y entre ellas, ¿quién creerás? ¡Helena!
A quien perseguimos tantos años junto al Escamandro.
Estaba allí, en los labios del desierto. Me acerqué a ella y me habló:
«No es verdad, no es verdad», -decía-.
«Jamás subí a la nave de azulada proa;
mucho menos he pisado la valiente Troya».
Con los pechos profundos, el sol en el cabello, y ese porte
todo sonrisas y sombras
en los hombros en los muslos en las rodillas,
piel radiante y ojos
con pestañas largas,
estaba allí, a la orilla de un Delta.
¿Y en Troya?
En Troya, nada. Era sólo un espectro.
Los dioses así lo quisieron.
Y Paris, tumbado con una sombra como si estuviera viva.
Y nosotros fuimos muriendo por Helena durante diez años.
Un enorme dolor había caído sobre Grecia.
¡Tantos cuerpos arrojados
a las fauces de la mar y a las fauces de la tierra!
¡Tantas almas
lanzadas a las piedras del molino como el trigo!
Y los ríos arrastraban en el lodo la sangre
por un cimbreo ondulante, por una nube,
por un tremolar de mariposa, por la pluma de un cisne,
por una túnica vacía, por Helena.
¿Y mi hermano?
Ruiseñor ruiseñor ruiseñor,
¿qué es dios? ¿que no lo es? ¿y qué hay entre lo uno y lo otro?
«Los ruiseñores no te dejan dormir en Platres.»
Avecilla llorosa,
a Chipre besada por las aguas
que me ha hecho recordar a mi patria
llegué solitario con esta leyenda,
si es cierto que es una leyenda,
si es cierto que los hombres no caen
en el viejo engaño de los dioses.
Si es cierto
que otro Teucro en unos años,
o un Ayante o un Príamo o una Hécuba
o un cierto desconocido, anónimo que no obstante
haya visto un Escamandro repleto de despojos,
no esté predestinado a escuchar
los mensajeros que vienen a decirle
de ese dolor inmenso y tanta vidas
se hundieron en el abismo
por una túnica vacía, por una Helena.
Mythistórima y otros poemas
que olor a tiempo y a historia nos dejas con esta entrada!!!
ResponderBorrartoda una clase sin duda:=)
que tengas un super domingo
muakis de luz
Me gustó el poema, es un muestrario de esa particular era clásica y el rapto de Helena. Comencé a leer un libro de literatura Española que abarca todas las épocas en cuanto a poemarios, así es que voy a estar mas preparada para comentarte en estas publicaciones.
ResponderBorrarTodo los referente a mitología me gusta.
La pintura que escogiste es bellísima.
Un beso grande Ulysses
He disfrutado con esta entrada.
ResponderBorrarA pesar de llegar algo tarde, sigo ahora en la de arriba y con ello vuelvo a leer a este autor que no conocía.
Gracias Uly!