HAZ LO QUE QUIERAS, PERO...
Haz lo que quieras, pinta como quieras,
el impoluto lienzo
pasivamente aceptará tus huellas.
Hiéndelo libremente, sin prejuicios.
Pero no te abandones a las facilidades,
no desmayes la guardia,
sé siempre muy exacto.
Que lo que digas surja desde dentro,
que las cosas se nombren a sí mismas,
que las palabras jueguen
a juegos de palabras, si les gusta,
y que tu propia vida
vaya manchando el verso con sus botas gastadas.
INSTRUCCIONES DE VUELO
A mi hija Gabriela
Ahora que te echas a volar
a la dudosa luz del alba
sin otro asidero ni guía
que los de tu propia mirada
y vas a tener que aprender
a distinguir filón de ganga,
a abrirte paso, a situarte,
a resistir la marejada,
escoge bien a las personas
con las que emprendas tu jornada:
tu vida es tuya, nunca cedas
si otros quieren arrebatártela.
Un buen amigo es un tesoro,
el malo es peor que chatarra;
elige bien, recuerda siempre
que las apariencias engañan.
Tras simpatías y sonrisas
puede anidar la puñalada;
ni rostro ni voz ni expresión
son siempre el espejo del alma.
No te guíes por etiquetas,
haz poco caso de las marcas,
fíate más del corazón
y de las obras, que no fallan.
Yo he escuchado a más de un buenazo
defendiendo ideas bastardas
y a redomados sinvergüenzas
predicando hermosas palabras.
Hay buena gente en todas partes
y en todas partes hay canallas,
en las iglesias, los partidos,
en los palacios, las cabañas;
no es el color el responsable
de la buena o la mala entraña:
rojos, azules, blancos, negros,
en todas partes cuecen habas.
Tú piensa a dónde quieres ir,
en si es tu elección la adecuada,
y en el esfuerzo y el valor
y la paciencia necesarias.
Sé siempre fiel a la verdad,
nunca te engañes, no hagas trampas;
en tu interior habla una voz
veraz, no dejes de escucharla.
La vida es harto caprichosa,
imprevisible y arbitraria,
por eso conviene actuar
con decisión, plantarle cara.
No es bueno dejarse llevar,
la corriente todo lo arrastra,
hay que aguantar firme el timón
si quieres conducir la barca.
Procura hacer las cosas bien
en tu trabajo, hagas lo que hagas;
la obra bien hecha es la mejor
presentación y la más clara.
Es buena la imaginación,
vuelve las cosas menos chatas,
pero a veces la fantasía
juega también malas pasadas.
No te distraigas con señuelos
y no te pierdas por las ramas;
tú a lo tuyo con decisión,
perspectiva y perseverancia.
Ni cicatera timidez
ni osadía injustificada:
que no te falte la prudencia
ni te abandone la constancia.
Pon cuanto puedas de tu parte
para triunfar en la jugada;
la vida es sueño, el soñador
que mejor sueña es quien la gana.
Aunque te hieran, tú no hieras,
tampoco engañes si te engañan;
huye de la provocación;
porque otros hacen, tú no hagas.
No te olvides de cuando eras
inocente; brota en la infancia
un manantial que nunca cesa:
calma tu sed con esa agua.
Nada es el alma sin el cuerpo,
poco es el cuerpo falto de alma;
vive mientras puedas vivir,
puede que después no haya nada.
A la suerte, échale una mano
si viene bien encaminada,
y si se tuerce, échale un pulso,
que no te achante por ser mala.
Y nunca olvides el amor,
motor del mundo: arriesga y ama.
Ayuda a ser felices a otros,
verás tu dicha en su mirada.
Y si te aman, como esperas
y deseo, si eres amada,
entra en la guerra del amor
y emplea tus mejores armas
en la conquista y la defensa
de la dicha; aprésala, abrázala,
no hay pelea más digna que esa
ni hay mejor campo de batalla.
La vida, la vida, la vida
te está esperando; ve a buscarla,
descúbrela, disfrútala,
emprende el vuelo, abre tus alas.
Jesús Munárriz