Giorgos Seferis
De nombre Giorgios Stylianou Seferiadis, se trasladó con su familia a los catorce años a Atenas. Más tarde marchó a París, estudiando Derecho en La Sorbona, y al regresar a Atenas entró en la carrera diplomática, ejerciendo cargos en consulados de Londres y Albania. Comenzó a publicar en 1931, y durante la Segunda guerra Mundial, se exilió a Creta, Egipto, Sudáfrica e Italia. Tras la guerra, siguió en la diplomacia, ocupando varios cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores y fue nombrado embajador en el Reino Unido hasta 1962, año en el que se retiró. Recibió numerosas distinciones y honores, siendo Doctor Honoris Causa por varias universidades, y recibiendo el Premio Nobel de Literatura en 1963.
Anhelo
Sin color, sin cuerpo
este cariño que vaga
disperso, apiñado,
una y otra vez disperso,
palpita sin embargo
en el bocado de la manzana,
en la incisión del higo,
en una cereza grana,
en el grano de un racimo.
Tanta Afrodita difusa por el aire
dará sed y palidez
a una boca y a otra boca
sin color, sin cuerpo.
De "Poesía completa" Alianza Editorial, Madrid, 1986
Versión de Pedro Bádenas de la Peña
Balance
He viajado, me he cansado y escrito poco
pero pensé mucho en el regreso, cuarenta años.
El hombre en todas las edades es un niño:
la ternura y la brutalidad de la cuna;
a lo demás le pone límite la mar, como a la orilla,
a nuestro abrazo y al eco de nuestra voz.
1954 ?
De "Poesía completa" Alianza Editorial, Madrid, 1986
Versión de Pedro Bádenas de la Peña
Caligrama
Las pirámides
son los senos de la arena
donde mama el cielo
y esta palmera
es el falo del sol
hincado en la soledad absoluta
15-XI- 1942
De "Poesía completa" Alianza Editorial, Madrid, 1986
Versión de Pedro Bádenas de la Peña
Desasosiego
Por apagar su sed pugnaban tus labios
en busca del fresco prado regado del Eurotas
y tú a galope en pos de tu lebrel, no te alcanzaron
y de las puntas de tus senos destilaba el sudor.
Junio 1946
De "Poesía completa" Alianza Editorial, Madrid, 1986
Versión de Pedro Bádenas de la Peña
Epigrama
Un borrón en el verde secante
un verso apagado sin final,
una pala de ventilador estival
que ha cortado el denso calor;
el ceñidor que se quedó en mis manos
cuando el deseo cruzó a la otra orilla
-esto es lo que puedo ofrecerte, Perséfone,
apiádate de mí y concédeme el sueño de una hora.
Octubre 1939
De "Poesía completa" Alianza Editorial, Madrid, 1986
Versión de Pedro Bádenas de la Peña
Epitafio
Los tizones en la niebla
eran rosas enraizadas en tu corazón,
la ceniza velaba tu rostro
cada mañana.
Desbrozando sombras de cipreses
te marchaste el otro verano.
De "Poesía completa" Alianza Editorial, Madrid, 1986
Versión de Pedro Bádenas de la Peña
Flores de la roca
Flores de la roca frente al verde mar,
vetas que me evocan otros amores,
bruñidas por la lentitud de la llovizna,
flores de la roca, semblantes
que llegaron cuando nadie hablaba y que me hablaron
cuando me dejaron tocarlas después del silencio
entre los pinos, las adelfas y los plátanos.
De "Poesía completa" Alianza Editorial, Madrid, 1986
Versión de Pedro Bádenas de la Peña
Se abre otra vez la herida de mi pecho
cuando declinan las estrellas y se hacen una misma
sangre contra mi cuerpo
cuando el silencio cae bajo los pasos de los hombres.
Estas piedras que se hunden en el tiempo ¿hasta dónde
me arrastrarán?
El mar, el mar ¿quién podrá agotarlo?
Cada mañana veo las manos que hacen señas
al buitre y al halcón
atada a este peñasco que el dolor ya ha hecho mío,
miro los árboles cómo respiran la negra calma de los muertos
y luego la sonrisa sin despliegue de las estatuas.
De (Mythistórima) (1935)
Traducción: Selma Ancira y Tomás Segovia.
Es una satisfacción navegar por la obra de tantos autores que dejan su impronta, por medio de la excelente selección que haces en tu blog, Francisco.
ResponderBorrarSaludos.
Gracias Francisco por compartir esta selección de poemas.
ResponderBorrarSon versos profundamente hermosos, enriquecidos con las referencias mitológicas.
Un abrazo, amigo