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26 de marzo de 2010

Winter Trees - Árboles en invierno- Sylvia Plath


Fue, sin duda, una mujer que sufrió, y en algunos momentos (cerca del fin de su vida) una desesperada. Con la misma sensación de tristeza y desesperanza que pueden producir los árboles en invierno...

Sylvia Plath Nacida en el barrio de Jamaica Plain de Boston, Plath mostró gran talento a una edad temprana, al publicar su primer poema con 8 años. Su padre, Otto, que era profesor de universidad y una autoridad en el campo del estudio de la entomología, murió en esa época, el 5 de octubre de 1940. En su primer año en la universidad de Smith College, Plath realizó el primero de sus intentos de suicidio. Esto lo detalló más tarde en su novela semi-autobiográfica La campana de cristal (The Bell Jar). Fue tratada en una institución psiquiátrica (Hospital McLean) y pareció recuperarse aceptablemente, tras lo que se graduó con honores, en 1955.

Plath obtuvo una beca Fulbright (que permite estudiar o colaborar en universidades extranjeras), por lo que fue a la Universidad de Cambridge, donde continuó escribiendo poesía y ocasionalmente publicaba su trabajo en el periódico universitario Varsity. Fue en Cambridge donde conoció al poeta inglés Ted Hughes. Se casaron el 16 de junio de 1956. Plath y Hughes vivieron y trabajaron en Estados Unidos desde julio de 1957 hasta octubre de 1959, periodo durante el cual Plath daba clases en Smith College. Posteriormente se mudaron a Boston, donde Plath asistió a seminarios con Robert Lowell. Este curso tuvo una gran influencia en sus obras. También participaba en los seminarios Anne Sexton. Fue en este periodo cuando Plath y Hughes conocieron, por primera vez, a W. S. Merwin, quien admiraba su trabajo y llegó a ser un gran amigo. Al enterarse de que Plath estaba embarazada, volvieron al Reino Unido.

Vivió junto con Hughes en Londres durante un tiempo, y después se asentaron en North Tawton, un pequeño pueblo en Devon. Publicó su primera recopilación de poesía, El coloso (The Colossus) en Inglaterra en 1960. En febrero de 1961 tuvo un aborto. Algunos de sus poemas hacen referencia a este hecho. Tuvieron problemas con su matrimonio y se separaron menos de dos años después del nacimiento de su primer hijo. Su separación se debió sobre todo a la aventura amorosa que Hughes tenía con la poetisa Assia Wevill, pero hay quienes especulan que Olwyn Hughes, hermana del poeta, interfirió de manera decisiva en su relación.

Plath retornó a Londres con sus hijos, Frieda y Nicholas. Alquiló un piso donde había vivido W. B. Yeats; esto le encantaba a Plath y lo consideró un buen presagio cuando comenzaba el proceso de su separación. El invierno de 1962/1963 fue muy duro. El 11 de febrero de 1963, enferma y con poco dinero, Plath se suicidó asfixiándose con gas. Está enterrada en el cementerio de Heptonstall, West Yorkshire.

Aunque durante mucho tiempo se consideró que sus repetidas depresiones e intentos de suicidio se debieron a la muerte de su padre cuando ella contaba nueve años, pérdida que nunca logró superar, hoy se sabe con certeza que padecía trastorno bipolar, enfermedad mental que en la actualidad tiene adecuado tratamiento.

Árboles en invierno apareció en inglés en 1971 (siete años tras la muerte de su autora) y se supone que recoge lo último de su producción poética. Hay que diferenciar muy claro en este libro la primera parte (la titulada propiamente “árboles en invierno”), de la segunda, un poema radiofónico, “Tres mujeres (Poema para tres voces)”, que aunque en edición minoritaria, existía ya en español, desde 1992. Este poema (emitido por la BBC, en 1962) parece un trabajo más pensado, si menos desasosegado, que los poemas de la parte primera, a la que le une el tema de la maternidad y de la condición femenina. “Tres mujeres” son las voces -unitarias y plurales- de la madre realizada en la maternidad, de la mujer que ha abortado (la sangre aparece en contumaz recurrencia a lo largo del libro) y finalmente la de otra mujer que teme ser madre y que nunca podrá hacerse cargo de sus hijos. Entrecruzadas, con momentos de mucha intensidad -“¿Puede la nada ser tan pródiga?” -uno ve a Plath en las tres voces. Su satisfacción y sus terrores, que se hacen mucho más evidentes en los poemas de la primera parte. Poemas de una mujer sola, abandonada y con niños, al borde de un abismo que desea y teme.


Winter Trees


The wet dawn inks are doing their blue dissolve.
On their blotter of fog the trees
Seem a botanical drawing.
Memories growing, ring on ring,
A series of weddings.

Knowing neither abortions nor bitchery,
Truer than women,
They seed so effortlessly!
Tasting the winds, that are footless,
Waist-deep in history.

Full of wings, otherworldliness.
In this, they are Ledas.
O mother of leaves and sweetness
Who are these pietas?
The shadows of ringdoves chanting, but easing nothing.


Árboles en Invierno

Las húmedas tintas del amanecer se diluyen en su azul.
Con su secante de niebla los árboles
semejan un dibujo botánico -
recuerdos que surgen, anillo sobre anillo,
una sucesión de bodas.

Sin saber de abortos ni rencores,
más fieles que las mujeres,
¡se siembran con tan poco esfuerzo!
Saboreando los vientos, que no tienen raíces,
inmersos en la historia -

repletos de alas, pura espiritualidad.
Así, son Ledas.
¡Oh! madre de las hojas y la dulzura
¿quiénes son estas imágenes de la Piedad?
Las sombras de las palomas con su salmodia, que nada alivia.

Versión de Manuel Ramos Chouza

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6 comentarios:

  1. Ulises muy interesante, y buscando encontre lo siguiente;...Fue atractiva, de educación y cultura de grandes amplitudes, de enorme capacidad intelectual y poética, buena aceptación en los círculos literarios y una asombrosa precocidad para escribir. Tuvo becas, méritos, premios, fama, pretendientes. Todo ese palmarés no le bastó a su infierno interior, un despeñadero que ella trató de exorcizar a través de la escritura.
    Es una pena que toda su inteligencia no le haya servido para superar sus demonios

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  2. Excelente reseña Ulysses!
    Sabía quien era pero apenas.
    Un abrazo

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  3. No es regla, pero por lo general, los grandes artistas así como las grandes mentes también sufren de grandes depresiones, caso del que no se salvó Sylvia Plath.

    Muy buen poema. Saludos!

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  4. En esta semana donde se acunan tantos sentires, deseo la disfrutes de acuerdo a tus intimas creencias.

    Nos veremos el domingo de Pascuas!!!

    Cariños

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  5. Es un caso más de enorme sensibilidad poética, dentro de un organismo azotado por la depresión.

    Saludos Ulysses.

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