"Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él" (Jonathan Swift, 1667-1745)
“Una gorra de cazador verde apretaba la cima de una cabeza que era como un globo carnoso. Las orejeras verdes, llenas de unas grandes orejas y pelo sin cortar y de las finas cerdas que brotaban de las mismas orejas, sobresalían a ambos lados como señales de giro que indicasen dos direcciones a la vez. Los labios, gordos y bembones, brotaban protuberantes bajo el tupido bigote negro y se hundían en sus comisuras, en plieguecillos llenos de reproche y de restos de patatas fritas. En la sombra, bajo la visera verde de la gorra, los altaneros ojos azules y amarillos de Ignatius J. Reilley miraban a las demás personas que esperaban bajo el reloj junto a los grandes almacenes D. H. Holmes, estudiando a la multitud en busca de signos de mal gusto en el vestir. Ignatius percibió que algunos atuendos eran lo bastante nuevos y lo bastante caros como para ser considerados sin duda ofensas al buen gusto y la decencia. La posesión de algo nuevo o caro sólo reflejaba la falta de teología y de geometría de una persona. Podía proyectar incluso dudas sobre el alma misma del sujeto.
Ignatius vestía, por su parte, de un modo cómodo y razonable. La gorra de cazador le protegía contra los enfriamientos de cabeza. Los voluminosos pantalones de tweed eran muy duraderos y permitían una locomoción inusitadamente libre. Sus pliegues y rincones contenían pequeñas bolsas de aire rancio y cálido que a él le complacían muchísimo. La sencilla camisa de franela hacía innecesaria la chaqueta, mientras que la bufanda protegía la piel que quedaba expuesta al aire entre las orejeras y el cuello. Era un atuendo aceptable, según todas las normas teológicas y geométricas, aunque resultase algo abstruso, y sugería una rica vida interior…”
La conjura de los necios/ John Kennedy Toole — Ed. Anagrama
Vaya con mi nenito. Se las sabe todas. Eres mi genío de la lámpara. jejeje. Besito cielo.
ResponderBorrarEs otra excelente recomendación.
ResponderBorrarCambiando de tema radicalmente, déjame decirte que me gusta mucho lo que posteas, por eso, te tengo un regalito por aca:
http://elblogdelalagartija.blogspot.com/2010/05/premios.html
Saludos!!
In Argentine cuando aparece un honesto todos los "vivísimos"se conjuran contra él.
ResponderBorrarDesgraciadamente es comprobable històricamente.
Se agradece siempre un buen posteo.
ResponderBorrarcariños de chile.
Si te gusta la fotografia puedes ver en el blog de mi hijo. http://archivoltass.blogspot.com/
No conocía este texto. Gracias por compartirlo
ResponderBorrarBesotes y buena semana
No sé, Uly, aún no me ha soprendido su cerebro y lo de las patatas fritas en las comisuras me ha matado...como que me va a dar igual que sea un portento... jaja
ResponderBorrarBueno, creo que nos sorprenderás.
Un abrazo.
Magnífico J.K. Toole! este texto no tiene desperdicio! saludos amigo mío
ResponderBorrarSi alguien quiere vestirse a la moda aunque les resulte incómodo, allá ellos...yo prefiero las ropas que a simple vista no son lo que se usa, pero sí cumplen su objetivo de dar comodidad.
ResponderBorrarSaludos afectuosos, de corazón.
¡que casualidad!... buscando información sobre este libro me ha aparecido tu blog.
ResponderBorrares que quiero leerlo porque me lo han recomendado.
biquiños,