Me ven ahora

25 de agosto de 2009

"Cuentos de amor" Herman Hesse


Al poco rato, sin dar tiempo a que oscureciera mucho más, la niña salió de nuevo al portón del jardín. Se quedó un momento quieta, miró recelosamente hacia la carretera, atisbó el muro, la parra y a la pareja enamorada. Entonces, empezó a correr a un paso rápido por la calle con sus ágiles pies descalzos; alcanzó a la pareja, dio la vuelta corriendo, fue de nuevo hasta el portón, se detuvo un minuto, y así repitió sus solitarias y silenciosas idas y venidas una y otra vez.
Sin decir nada, los enamorados observaban cómo corría, cómo volvía atrás, cómo la pequeña falda se agitaba alrededor de sus largas piernas infantiles. Sentían que aquel vaivén les estaba dedicado; que de ellos emanaba un embrujo, y que la pequeña, en su sueño infantil, vislumbraba el amor y la silenciosa embriaguez de aquel sentimiento.
A continuación las correrías de la niña se transformaron en una danza. Se acercó dando pasos rítmicos, meciéndose, caminando caprichosamente. Al anochecer, aquella pequeña figura solitaria danzaba en medio de la blanca carretera. Su danza era un homenaje; su pequeña danza infantil era una canción, una plegaria al futuro y al amor. Consumó su sacrificio, seria y entregada, fue de un lado a otro balanceándose, hasta que finalmente se perdió de nuevo en el sombrío jardín.
- La hemos fascinado -dijo la enamorada-. Ha sentido la presencia del amor.
El amigo calló. Pensó: quizás esta niña, en el hechizo de su danza, ha disfrutado más del amor ahora, en lo que tiene de hermoso y pleno, de lo que jamás pueda llegar a experimentar...
...Aquella noche, en la que no durmió, sus reflexiones le llevaron a la siguiente conclusión:
Es inútil repetir lo que ya se ha vivido. Todavía podría querer a muchas mujeres, quizás aún durante años les podría ofrecer mi intensa mirada, mis tiernas manos y mis sabrosos besos. Pero debe uno aceptar que llega el momento de despedirse de todo esto. Llegada la ocasión, la despedida, que hoy todavía puedo aceptar voluntariamente, se produce en medio de la derrota y la desesperación. Así que la renuncia, que hoy es un triunfo, mañana sería sólo vergüenza. Por todo esto, debo renunciar hoy: es hoy cuando debo despedirme de todo ello.
Mucho he aprendido hoy y mucho me queda todavía por aprender. Debo aprender de esa niña que, con su silenciosa danza, nos ha cautivado. Al ver a una pareja enamorada en el crepúsculo, ha florecido en ella el amor. Una ola prematura, un presentimiento del placer, inquietante y hermoso a la vez, ha recorrido sus venas y, como todavía no puede amar, se ha puesto a danzar. Así pues, también yo debo aprender a danzar; debo cambiar la ávida búsqueda del placer por la música, la sensualidad por la plegaria. Sólo así seré siempre capaz de amar; no tendré por qué revivir inútilmente el pasado. Es éste el camino que quiero seguir.

11 comentarios:

  1. nada absolutamente nada es como la primera vez
    cada momento es único e irrepetible
    incluso el de la sed...

    muakismuakis Francisco que tengas un día supercachilupi:=))

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  2. No conocía este texto, hermoso, tanto que leer e imaginar entrelíneas.
    Un abrazo amigo Ulysses

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  3. entiendo muchas de las cosas implícitas en el texto pero no lo entiendo en todo en su conjunot, no sé qué quiere decir exactamente... aunque tal vez sólo quiera sugerir, hacernos pensar.

    bicos,

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  4. Hola Ulysses:
    Si, hay que seguir el camino y... no mirar atrás y si miramos, que sea para escoger la danza infantil que nos eleve...
    En ocasiones la experiencia nos ayudará a ver si llevamos el camino adecuado...
    Un cordial saludo,
    Luis

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  5. Mmmmmmmm Es difícil Herman Hesse.

    Bueno el cuento, bonito, pero de repente... algo triste y confuso.

    Cariños.

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  6. a mí me parece más una renuncia por presión social que por valores individuales. la primera vez, es una vez, como la segunda, la tercera, la décima o la última, además de en un continuo, tienen valor en sí mismas, porque cada momento es diferente del siguiente y del anterior. Me parece un poco lánguido el derrotismo de Hesse, aunque sus razones tendrá, pero renunciar... no sé, no me parece buena política, ni buscar la repetición tampoco. pero cada uno es cada uno :)
    buen blog!! gracias por compartir el texto! no lo conocía (algo habitual en mí:)

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  7. Mmmmm, es difícil poder interpretar lo narrado. Pero no me parece que se tenga que cambiar la sensualidad por la plegaria... o renunciar al amor para aprender. En fin. Hesse es difícil para mi cabecita. Sólo leí un libro de él, el "Lobo Estepario", y me dejó un sentimiento triste. Al igual que ahora, la danza de la niña me pareció muy bella, pero lo que siguió me dejó una sensación de vacío. Y también me quedé con gusto a poco.

    Besitos.

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  8. Creo que los aprendizajes de la vida no son "tan forzados":fluyen y el nuevo camino se visualiza por su luz y claridad.

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  9. Me gusta mucho mas el Hesse del Lobo Estepario, Demian, y Siddharta, pero es una visión interesante igual.
    Muchas Gracias

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  10. A mi me gustaria leer este libro porque Eros Ramazzotti,mi artista favorito,se inspiró en este cuento para escribir su canción ”FABULA”,:)espero un dia poder conseguirlo.

    Saludos desde Texas ,USA.

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