remojando magdalena
"Mira que los sabores no me evocan ningún Combray"La referencia es al efecto de la "magdalena de Proust" en la serie de En busca del tiempo perdido: Por el camino de Swann (1913) de Marcel Proust (1871-1922), refleja la evocación de los recuerdos a partir de un disparador.
Por otra parte, Combray es un lugar ficcional en el que el protagonista ha pasado su primera juventud
No por conocidos deja de valer la pena citar los párrafos completos de la obra:
"Mandó mi madre por uno de esos bollos, cortos y abultados, que llaman magdalenas, que parece que tienen por molde una valva de concha de peregrino. Y muy pronto, abrumado por el triste día que había pasado y por la perspectiva de otro tan melancólico por venir, me llevé a los labios unas cucharadas de té en el que había echado un trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquel trago, con las miga del bollo, tocó mi paladar, me estremecí, fija mi atención en algo extraordinario que ocurría en mi interior. [...] Y de pronto el recuerdo surge. Ese sabor es el que tenía el pedazo de magdalena que mi tía Leoncia me ofrecía, después de mojado en su infusión de té o de tilo, los domingos por la mañana en Combray (porque los domingos yo no salía hasta la hora de misa), cuando iba a darle los buenos días a su cuarto. Ver la magdalena no me había recordado nada, antes de que la probara; quizá porque, como había visto muchas, sin comerlas, en las pastelerías, su imagen se había separado de aquellos días de Combray para enlazarse a otros más recientes; ¡quizá porque de esos recuerdos por tanto tiempo abandonados fuera de la memoria no sobrevive nada y todo se va desagregando! [...] Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y más fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan, sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo.[...]
Y como ese entretenimiento de los japoneses que meten en un cacharro de porcelana pedacitos de papel, al parecer, informes, que en cuanto se mojan empiezan a estirarse, a tomar forma, a colorearse y a distinguirse, convirtiéndose en flores, en casas, en personajes consistentes y cognoscibles, así ahora todas las flores de nuestro jardín y las del parque del señor Swann y las ninfeas del Vivonne y las buenas gentes del pueblo y sus viviendas chiquitas y la iglesia y Combray entero y sus alrededores, todo eso, pueblo y jardines, que va tomando forma y consistencia, sale de mi taza de té. (En busca del tiempo perdido I: Por el camino de Swann. Primera Parte)
Ulysses: en los 70's en una librería de la calle Estado llamada Noray, compré la colección completa de "En busca del tiempo perdido"
ResponderBorrarAlcancé a leer un par de tomos, el resto está pendiente, me averguenza confesarlo, pero este fragmento de la magdalena, sí seguro que lo recuerdo, todo un clásico de como se pueden gatillar los recuerdos...
Hoy para mí fueron las margaritas.
Un abrazo amigo.
O las canciones que cantaba mi padre cuando yo era niño.
ResponderBorrarCualquier cosa puede equivaler en eso a las magdalenas. La descripción, viniendo del maestro de las descripciones, es magistral.
Un abrazo patagón
Fenomenal obra.. que, como en el caso de Sureando, aùn sigue incompleta para mí. Pero, al menos, a ese fragmento sí llegué... gracias, me has recordado q tengo pendiente de leer al libro más largo de la historia.
ResponderBorrary con el hambre que tengo... y con el tiempo que hace que no me tomo una magdalena con lo que me gustan...
ResponderBorrarno leí a Proust, tengo la idea de que es un poco denso pero igual me equivoco.
biquiños,
estoy muy contenta que te haya vuelto de nuevo la inspiracion....se fue el bloqueo mental del domingo ...era solo pasajero...a todos nos pasa....hay que descansar y no exigirse...
ResponderBorrarbeso
En aquellos días las "Magdalenas" se hacían y se compraban en las pastelerías como indica en su escrito el autor, nada que ver con las que masivamente se producen hoy y se venden en los Supermercados...No, nada que ver...
ResponderBorrarSalud
Qué despliegue de flores. Por Medellín y el oriente antioqueño de mi tierra, las variedades son a full tanto en colores como en formas y aromas. Un mundo de sensaciones naturales.
ResponderBorrarRico leerte en esta mañana cálida!
Hugs!
Desde mi blog: Reflexiones al desnudo
Sí, creo que, en un espíritu russelleano, el énfasis de lo que se halla en la mente está en lo percibido, no en lo que causa la percepción.
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