Me ven ahora
31 de diciembre de 2008
26 de diciembre de 2008
vivir para siempre
Hay más lágrimas derramadas por las plegarias atendidas que por las no atendidas
Santa Teresa de Jesús
Una dama comía y bebía alegremente y tenía cuanto puede anhelar el corazón, y deseó vivir para siempre. En los primeros cien años todo fue bien, pero después empezó a encogerse y a arrugarse, hasta que no pudo andar, ni estar de pie, ni comer, ni beber. Pero tampoco podía morir. Al principio la alimentaban como si fuera una niñita, pero llegó a ser tan diminuta que la metieron en una botella de vidrio y la colgaron en una iglesia. Todavía está allí, en la iglesia de Santa María. Es del tamaño de una rata y una vez al año se mueve.
20 de diciembre de 2008
Romance del establo de Belén- Gabriela Mistral
Luis Cruz Villalobos
Al llegar la medianoche
y romper en llanto el Niño,
las cien bestias despertaron
y el establo se hizo vivo...
y se fueron acercando
y alargaron hasta el Niño
sus cien cuellos, anhelantes
como un bosque sacudido.
Bajó un buey su aliento al rostro
y se lo exhaló sin ruido,
y sus ojos fueron tiernos,
como llenos de rocío...
Una oveja lo frotaba
contra su vellón suavísimo,
y las manos le lamían,
en cuclillas, dos cabritos...
Las paredes del establo
se cubrieron sin sentirlo
de faisanes y de ocas
y de gallos y de mirlos.
Los faisanes descendieron
y pasaban sobre el niño
su ancha cola de colores;
y las ocas de anchos picos
arreglábanle las pajas;
y el enjambre de los mirlos
era un vuelo palpitante
sobre del recién nacido...
Y la Virgen entre el bosque
de los cuernos, sin sentido,
agitada iba y venía
sin poder tomar al Niño.
Y José sonriendo iba
acercándose en su auxilio...
¡Y era como un bosque todo
el establo conmovido!
18 de diciembre de 2008
Cuentos Hiperbreves
Seguía dormido
Antonio Fernández Molina
Al verse despierto después de un mal sueño se dijo:
—¡Qué alivio! Estoy fuera de la celda. Pero aún seguía durmiendo.
Amenazas
William Ospina
—Te devoraré —dijo la pantera.
—Peor para ti —dijo la espada.
Un final inesperado
Pere Calders
El caballo desorientado por un torpe tirón de la brida, dio un salto y el jinete cayó de mala manera. El hombre se rompió una pierna, y el caballo, convencido de que cumplía un deber piadoso, lo remató con una coz en la nuca.
Sueño
Luís Enrique Mejía Godoy
Una vez soñé que escribía un cuento. Al despertar del sueño también desperté del cuento que ahora cuento como un sueño escrito.
El globo
Miguel Saiz Álvarez
Mientras subía y subía, el globo lloraba al ver que se le escapaba el niño
Cálculos renales
Agustín Monsreal
¡Cuánto sufrí para poder arrojar la primera piedra!
La muerte de Mozart
Luis Britto García
La Muerte comunica al joven Mozart que no puede segarlo porque nadie es capaz de componer un réquiem digno de conmemorar la muerte de Mozart.
—¿Apuestas? —dice Mozart.
12 de diciembre de 2008
Invocación a la Musa
Háblame, musa, de aquel hombre astuto, que muchísimo
anduvo errante, cuando destruyó la sagrada ciudadela de Troya.
de muchos hombres vio las ciudades y conoció su mente
y muchas fatigas sobre el mar sufrió en su ánimo.
luchando por su vida y el regreso de sus compañeros.
ἄνδρα μοι ἔννεπε, μοῦσα, πολύτροπον, ὃς μάλα πολλὰ
πλάγχθη, ἐπεὶ Τροίης ἱερὸν πτολίεθρον ἔπερσεν·
πολλῶν δ᾽ ἀνθρώπων ἴδεν ἄστεα καὶ νόον ἔγνω,
πολλὰ δ᾽ ὅ γ᾽ ἐν πόντῳ πάθεν ἄλγεα ὃν κατὰ θυμόν,
ἀρνύμενος ἥν τε ψυχὴν καὶ νόστον ἑταίρων.
No responde la musa, así es mejor que tome un descanso.
Seguiré visitándolos y dejando comentarios, por ahora seré sólo un lector, hasta pronto, volveré
8 de diciembre de 2008
Las Alas del Deseo Wim Wenders - Der Himmel über Berlin- El Cielo sobre Berlín
En un post de Beatriz en su blog sureando (http://sureando-sureando.blogspot.com), Ana (http://anaoleoscadiz.blogspot.com/) comenta el poema y dice que le recuerda a la pelicula "City of Angels" y esto me recuerda esta película, "Las Alas del Deseo", es curioso como en los comentarios nos retroalimentamos.
Filmada en Berlín el año 1987, aún con el muro. Es una pelicula que a muchos les parecerá muy lenta, pero vale la pena verla. Los ángeles pueden escuchar los pensamientos del ser humano y a través de ellos podemos hacerlo nosotros. Una idea tan maravillosa como intensamente traumática, tan dulce como dolorosa… Wenders nos deja espiar junto a un par de ángeles que divagan por las calles de Berlín (aún con muro) y el resultado puede ser desolador. Como un cirujano del alma nos abre el pecho del hombre común, del solitario, de la mujer que desea ser amada, del hombre sin recursos económicos, etc.
Filmada en Berlín el año 1987, aún con el muro. Es una pelicula que a muchos les parecerá muy lenta, pero vale la pena verla. Los ángeles pueden escuchar los pensamientos del ser humano y a través de ellos podemos hacerlo nosotros. Una idea tan maravillosa como intensamente traumática, tan dulce como dolorosa… Wenders nos deja espiar junto a un par de ángeles que divagan por las calles de Berlín (aún con muro) y el resultado puede ser desolador. Como un cirujano del alma nos abre el pecho del hombre común, del solitario, de la mujer que desea ser amada, del hombre sin recursos económicos, etc.
Los tiempos que Wenders maneja provienen de la "road movie", extensos como una carretera que comienza en el horizonte y termina en su reflejo. El movimiento de una cámara que sobrevuela las bulliciosas calles de la ciudad no conoce el vértigo, los ángeles tampoco. A decir verdad, tampoco conocen el color ni el placer del tacto, ni el de ser observados. Sólo son visibles a los ojos de sus pares. Almas supraterrenales, errantes y siempre dispuestas a percibir la voz interna del hombre que espera lo que nunca vendrá o del que lee un libro en la biblioteca pública.
Las actuaciones de Damiel y Cassiel (los ángeles) son precisas y elocuentes. Peter Falk (Columbo)también es extraordinario, él puede percibir la presencia de ellos porque él mismo es un renegado, un ángel que se jugó su existencia eterna para probar las delicias cotidianas a las que nosotros no les prestamos importancia. Un café, un cigarrillo, frotar las manos para obtener calor… Particularidades insignificantes y desconocidas de nuestro comportamiento social hasta que nos vemos reflejados en la pantalla.
Wim Wender cuenta una historia con un trasfondo dramático y lo hace desde una óptica pulcra y carente de adornos superfluos. La fotografía de Henri Alekan es simplemente magnífica. Intentar capturar la especialidad que no conocemos, resulta en un movimiento infructuoso y errático sino se tiene al menos un talento sobresaliente. La música que juega en este caso un rol fundamental, deja una impronta en la película tan profunda como en nuestros recuerdos. Tan alternativa como sus nombres: Nick Cave, Tuxedomoon, Lauri Anderson, y varios más.
El título original alude a esa existencia que nos observa permanentemente, a esa mirada angelical, tan deseosa de participar "realmente" de nuestros sentimientos como de nuestras emociones.
Sencillamente un film soberbio y necesario.
Al principio comienza con un poema, que transcribo en alemán (el idioma original) y dos traducciones en español e inglés, respectivamente.
Lied Vom Kindsein–
Peter Handke
Peter Handke
Als das Kind Kind war,
ging es mit hängenden Armen,
wollte der Bach sei ein Fluß,
der Fluß sei ein Strom,
und diese Pfütze das Meer.
Als das Kind Kind war,
wußte es nicht, daß es Kind war,
alles war ihm beseelt,
und alle Seelen waren eins.
Als das Kind Kind war,
hatte es von nichts eine Meinung,
hatte keine Gewohnheit,
saß oft im Schneidersitz,
lief aus dem Stand,
hatte einen Wirbel im Haar
und machte kein Gesicht beim fotografieren.
Als das Kind Kind war,
war es die Zeit der folgenden Fragen:
Warum bin ich ich und warum nicht du?
Warum bin ich hier und warum nicht dort?
Wann begann die Zeit und wo endet der Raum?
Ist das Leben unter der Sonne nicht bloß ein Traum?
Ist was ich sehe und höre und rieche
nicht bloß der Schein einer Welt vor der Welt?
Gibt es tatsächlich das Böse und Leute,
die wirklich die Bösen sind?
Wie kann es sein, daß ich, der ich bin,
bevor ich wurde, nicht war,
und daß einmal ich, der ich bin,
nicht mehr der ich bin, sein werde?
Als das Kind Kind war,
würgte es am Spinat, an den Erbsen, am Milchreis,
und am gedünsteten Blumenkohl.
und ißt jetzt das alles und nicht nur zur Not.
Als das Kind Kind war,
erwachte es einmal in einem fremden Bett
und jetzt immer wieder,
erschienen ihm viele Menschen schön
und jetzt nur noch im Glücksfall,
stellte es sich klar ein Paradies vor
und kann es jetzt höchstens ahnen,
konnte es sich Nichts nicht denken
und schaudert heute davor.
Als das Kind Kind war,
spielte es mit Begeisterung
und jetzt, so ganz bei der Sache wie damals, nur noch,
wenn diese Sache seine Arbeit ist.
Als das Kind Kind war,
genügten ihm als Nahrung Apfel, Brot,
und so ist es immer noch.
Als das Kind Kind war,
fielen ihm die Beeren wie nur Beeren in die Hand
und jetzt immer noch,
machten ihm die frischen Walnüsse eine rauhe Zunge
und jetzt immer noch,
hatte es auf jedem Berg
die Sehnsucht nach dem immer höheren Berg,
und in jeden Stadt
die Sehnsucht nach der noch größeren Stadt,
und das ist immer noch so,
griff im Wipfel eines Baums nach dem Kirschen in einemHochgefühl
wie auch heute noch,
eine Scheu vor jedem Fremden
und hat sie immer noch,
wartete es auf den ersten Schnee,
und wartet so immer noch.
Als das Kind Kind war,
warf es einen Stock als Lanze gegen den Baum,
und sie zittert da heute noch.
ging es mit hängenden Armen,
wollte der Bach sei ein Fluß,
der Fluß sei ein Strom,
und diese Pfütze das Meer.
Als das Kind Kind war,
wußte es nicht, daß es Kind war,
alles war ihm beseelt,
und alle Seelen waren eins.
Als das Kind Kind war,
hatte es von nichts eine Meinung,
hatte keine Gewohnheit,
saß oft im Schneidersitz,
lief aus dem Stand,
hatte einen Wirbel im Haar
und machte kein Gesicht beim fotografieren.
Als das Kind Kind war,
war es die Zeit der folgenden Fragen:
Warum bin ich ich und warum nicht du?
Warum bin ich hier und warum nicht dort?
Wann begann die Zeit und wo endet der Raum?
Ist das Leben unter der Sonne nicht bloß ein Traum?
Ist was ich sehe und höre und rieche
nicht bloß der Schein einer Welt vor der Welt?
Gibt es tatsächlich das Böse und Leute,
die wirklich die Bösen sind?
Wie kann es sein, daß ich, der ich bin,
bevor ich wurde, nicht war,
und daß einmal ich, der ich bin,
nicht mehr der ich bin, sein werde?
Als das Kind Kind war,
würgte es am Spinat, an den Erbsen, am Milchreis,
und am gedünsteten Blumenkohl.
und ißt jetzt das alles und nicht nur zur Not.
Als das Kind Kind war,
erwachte es einmal in einem fremden Bett
und jetzt immer wieder,
erschienen ihm viele Menschen schön
und jetzt nur noch im Glücksfall,
stellte es sich klar ein Paradies vor
und kann es jetzt höchstens ahnen,
konnte es sich Nichts nicht denken
und schaudert heute davor.
Als das Kind Kind war,
spielte es mit Begeisterung
und jetzt, so ganz bei der Sache wie damals, nur noch,
wenn diese Sache seine Arbeit ist.
Als das Kind Kind war,
genügten ihm als Nahrung Apfel, Brot,
und so ist es immer noch.
Als das Kind Kind war,
fielen ihm die Beeren wie nur Beeren in die Hand
und jetzt immer noch,
machten ihm die frischen Walnüsse eine rauhe Zunge
und jetzt immer noch,
hatte es auf jedem Berg
die Sehnsucht nach dem immer höheren Berg,
und in jeden Stadt
die Sehnsucht nach der noch größeren Stadt,
und das ist immer noch so,
griff im Wipfel eines Baums nach dem Kirschen in einemHochgefühl
wie auch heute noch,
eine Scheu vor jedem Fremden
und hat sie immer noch,
wartete es auf den ersten Schnee,
und wartet so immer noch.
Als das Kind Kind war,
warf es einen Stock als Lanze gegen den Baum,
und sie zittert da heute noch.
Canción de la infancia
Peter Handke
"Cuando el niño era niño
andaba con los brazos colgando,
quería que el arroyo fuera un río,
que el río fuera un torrente
y que este charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño
no sabía que era niño
para él todo estaba animado,
y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño
no tenía opinión sobre nada,
no tenía ninguna costumbre
se sentaba en cuclillas,
tenía un remolino en el cabello
y no ponía caras cuando lo fotografiaban.
Cuando el niño era niño
era el tiempo de preguntas como:
¿Por qué estoy aquí?
¿Por qué no allí?
¿Cuando empezó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño?
Lo que veo oigo y huelo,
¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo?
¿Existe de verdad el mal
y gente que en verdad son los malos?
¿Cómo puede ser que yo, el que yo soy,
no fuera antes de devenir; y que un día yo,
el que yo soy, no seré más ese que soy?
Cuando el niño era niño
las manzanas y el pan le bastaban de alimento,
y todavía es así.
Cuando el niño era niño,
las bayas le caían en la mano
sólo como caen las bayas,
y aún es así.
Las nueces frescas le ponían áspera la lengua,
y aún es así.
Encima de cada montaña
tenía el anhelo de una montaña más alta
y en cada ciudad
el anhelo de una ciudad más grande,
y aún es así.
En la copa del árbol
tiraba de las cerezas con igual deleite
como lo hace hoy todavía.
Se asustaba de los extraños
y todavía se asusta;
esperaba las primeras nieves,
y todavía las espera.
Cuando el niño era niño,
lanzó un palo como una lanza contra un árbol,
y hoy vibra ahí todavía."
"Cuando el niño era niño
andaba con los brazos colgando,
quería que el arroyo fuera un río,
que el río fuera un torrente
y que este charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño
no sabía que era niño
para él todo estaba animado,
y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño
no tenía opinión sobre nada,
no tenía ninguna costumbre
se sentaba en cuclillas,
tenía un remolino en el cabello
y no ponía caras cuando lo fotografiaban.
Cuando el niño era niño
era el tiempo de preguntas como:
¿Por qué estoy aquí?
¿Por qué no allí?
¿Cuando empezó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño?
Lo que veo oigo y huelo,
¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo?
¿Existe de verdad el mal
y gente que en verdad son los malos?
¿Cómo puede ser que yo, el que yo soy,
no fuera antes de devenir; y que un día yo,
el que yo soy, no seré más ese que soy?
Cuando el niño era niño
las manzanas y el pan le bastaban de alimento,
y todavía es así.
Cuando el niño era niño,
las bayas le caían en la mano
sólo como caen las bayas,
y aún es así.
Las nueces frescas le ponían áspera la lengua,
y aún es así.
Encima de cada montaña
tenía el anhelo de una montaña más alta
y en cada ciudad
el anhelo de una ciudad más grande,
y aún es así.
En la copa del árbol
tiraba de las cerezas con igual deleite
como lo hace hoy todavía.
Se asustaba de los extraños
y todavía se asusta;
esperaba las primeras nieves,
y todavía las espera.
Cuando el niño era niño,
lanzó un palo como una lanza contra un árbol,
y hoy vibra ahí todavía."
Song of Childhood
By Peter Handke
When the child was a child
It walked with its arms swinging,
wanted the brook to be a river,
the river to be a torrent,
and this puddle to be the sea.
When the child was a child,
it didn’t know that it was a child,
everything was soulful,
and all souls were one.
When the child was a child,
It walked with its arms swinging,
wanted the brook to be a river,
the river to be a torrent,
and this puddle to be the sea.
When the child was a child,
it didn’t know that it was a child,
everything was soulful,
and all souls were one.
When the child was a child,
Filmada en Berlín el año 1987, aún con el muro. Es una pelicula que a muchos les parecerá muy lenta, pero vale la pena verla. Los ángeles pueden escuchar los pensamientos del ser humano y a través de ellos podemos hacerlo nosotros. Una idea tan maravillosa como intensamente traumática, tan dulce como dolorosa… Wenders nos deja espiar junto a un par de ángeles que divagan por las calles de Berlín (aún con muro) y el resultado puede ser desolador. Como un cirujano del alma nos abre el pecho del hombre común, del solitario, de la mujer que desea ser amada, del hombre sin recursos económicos, etc.
Los tiempos que Wenders maneja provienen de la "road movie", extensos como una carretera que comienza en el horizonte y termina en su reflejo. El movimiento de una cámara que sobrevuela las bulliciosas calles de la ciudad no conoce el vértigo, los ángeles tampoco. A decir verdad, tampoco conocen el color ni el placer del tacto, ni el de ser observados. Sólo son visibles a los ojos de sus pares. Almas supraterrenales, errantes y siempre dispuestas a percibir la voz interna del hombre que espera lo que nunca vendrá o del que lee un libro en la biblioteca pública.
Las actuaciones de Damiel y Cassiel (los ángeles) son precisas y elocuentes. Peter Falk (Columbo)también es extraordinario, él puede percibir la presencia de ellos porque él mismo es un renegado, un ángel que se jugó su existencia eterna para probar las delicias cotidianas a las que nosotros no les prestamos importancia. Un café, un cigarrillo, frotar las manos para obtener calor… Particularidades insignificantes y desconocidas de nuestro comportamiento social hasta que nos vemos reflejados en la pantalla.
Wim Wender cuenta una historia con un trasfondo dramático y lo hace desde una óptica pulcra y carente de adornos superfluos. La fotografía de Henri Alekan es simplemente magnífica. Intentar capturar la especialidad que no conocemos, resulta en un movimiento infructuoso y errático sino se tiene al menos un talento sobresaliente. La música que juega en este caso un rol fundamental, deja una impronta en la película tan profunda como en nuestros recuerdos. Tan alternativa como sus nombres: Nick Cave, Tuxedomoon, Lauri Anderson, y varios más.
El título original alude a esa existencia que nos observa permanentemente, a esa mirada angelical, tan deseosa de participar "realmente" de nuestros sentimientos como de nuestras emociones.
Sencillamente un film soberbio y necesario.
Al principio comienza con un poema, que transcribo en alemán (el idioma original) y dos traducciones en español e inglés, respectivamente.
Las actuaciones de Damiel y Cassiel (los ángeles) son precisas y elocuentes. Peter Falk (Columbo)también es extraordinario, él puede percibir la presencia de ellos porque él mismo es un renegado, un ángel que se jugó su existencia eterna para probar las delicias cotidianas a las que nosotros no les prestamos importancia. Un café, un cigarrillo, frotar las manos para obtener calor… Particularidades insignificantes y desconocidas de nuestro comportamiento social hasta que nos vemos reflejados en la pantalla.
Wim Wender cuenta una historia con un trasfondo dramático y lo hace desde una óptica pulcra y carente de adornos superfluos. La fotografía de Henri Alekan es simplemente magnífica. Intentar capturar la especialidad que no conocemos, resulta en un movimiento infructuoso y errático sino se tiene al menos un talento sobresaliente. La música que juega en este caso un rol fundamental, deja una impronta en la película tan profunda como en nuestros recuerdos. Tan alternativa como sus nombres: Nick Cave, Tuxedomoon, Lauri Anderson, y varios más.
El título original alude a esa existencia que nos observa permanentemente, a esa mirada angelical, tan deseosa de participar "realmente" de nuestros sentimientos como de nuestras emociones.
Sencillamente un film soberbio y necesario.
Al principio comienza con un poema, que transcribo en alemán (el idioma original) y dos traducciones en español e inglés, respectivamente.
Lied Vom Kindsein–
Peter Handke
Als das Kind Kind war,
ging es mit hängenden Armen,
wollte der Bach sei ein Fluß,
der Fluß sei ein Strom,
und diese Pfütze das Meer.
Als das Kind Kind war,
wußte es nicht, daß es Kind war,
alles war ihm beseelt,
und alle Seelen waren eins.
Als das Kind Kind war,
hatte es von nichts eine Meinung,
hatte keine Gewohnheit,
saß oft im Schneidersitz,
lief aus dem Stand,
hatte einen Wirbel im Haar
und machte kein Gesicht beim fotografieren.
Als das Kind Kind war,
war es die Zeit der folgenden Fragen:
Warum bin ich ich und warum nicht du?
Warum bin ich hier und warum nicht dort?
Wann begann die Zeit und wo endet der Raum?
Ist das Leben unter der Sonne nicht bloß ein Traum?
Ist was ich sehe und höre und rieche
nicht bloß der Schein einer Welt vor der Welt?
Gibt es tatsächlich das Böse und Leute,
die wirklich die Bösen sind?
Wie kann es sein, daß ich, der ich bin,
bevor ich wurde, nicht war,
und daß einmal ich, der ich bin,
nicht mehr der ich bin, sein werde?
Als das Kind Kind war,
würgte es am Spinat, an den Erbsen, am Milchreis,
und am gedünsteten Blumenkohl.
und ißt jetzt das alles und nicht nur zur Not.
Als das Kind Kind war,
erwachte es einmal in einem fremden Bett
und jetzt immer wieder,
erschienen ihm viele Menschen schön
und jetzt nur noch im Glücksfall,
stellte es sich klar ein Paradies vor
und kann es jetzt höchstens ahnen,
konnte es sich Nichts nicht denken
und schaudert heute davor.
Als das Kind Kind war,
spielte es mit Begeisterung
und jetzt, so ganz bei der Sache wie damals, nur noch,
wenn diese Sache seine Arbeit ist.
Als das Kind Kind war,
genügten ihm als Nahrung Apfel, Brot,
und so ist es immer noch.
Als das Kind Kind war,
fielen ihm die Beeren wie nur Beeren in die Hand
und jetzt immer noch,
machten ihm die frischen Walnüsse eine rauhe Zunge
und jetzt immer noch,
hatte es auf jedem Berg
die Sehnsucht nach dem immer höheren Berg,
und in jeden Stadt
die Sehnsucht nach der noch größeren Stadt,
und das ist immer noch so,
griff im Wipfel eines Baums nach dem Kirschen in einemHochgefühl
wie auch heute noch,
eine Scheu vor jedem Fremden
und hat sie immer noch,
wartete es auf den ersten Schnee,
und wartet so immer noch.
Als das Kind Kind war,
warf es einen Stock als Lanze gegen den Baum,
und sie zittert da heute noch.
Als das Kind Kind war,
ging es mit hängenden Armen,
wollte der Bach sei ein Fluß,
der Fluß sei ein Strom,
und diese Pfütze das Meer.
Als das Kind Kind war,
wußte es nicht, daß es Kind war,
alles war ihm beseelt,
und alle Seelen waren eins.
Als das Kind Kind war,
hatte es von nichts eine Meinung,
hatte keine Gewohnheit,
saß oft im Schneidersitz,
lief aus dem Stand,
hatte einen Wirbel im Haar
und machte kein Gesicht beim fotografieren.
Als das Kind Kind war,
war es die Zeit der folgenden Fragen:
Warum bin ich ich und warum nicht du?
Warum bin ich hier und warum nicht dort?
Wann begann die Zeit und wo endet der Raum?
Ist das Leben unter der Sonne nicht bloß ein Traum?
Ist was ich sehe und höre und rieche
nicht bloß der Schein einer Welt vor der Welt?
Gibt es tatsächlich das Böse und Leute,
die wirklich die Bösen sind?
Wie kann es sein, daß ich, der ich bin,
bevor ich wurde, nicht war,
und daß einmal ich, der ich bin,
nicht mehr der ich bin, sein werde?
Als das Kind Kind war,
würgte es am Spinat, an den Erbsen, am Milchreis,
und am gedünsteten Blumenkohl.
und ißt jetzt das alles und nicht nur zur Not.
Als das Kind Kind war,
erwachte es einmal in einem fremden Bett
und jetzt immer wieder,
erschienen ihm viele Menschen schön
und jetzt nur noch im Glücksfall,
stellte es sich klar ein Paradies vor
und kann es jetzt höchstens ahnen,
konnte es sich Nichts nicht denken
und schaudert heute davor.
Als das Kind Kind war,
spielte es mit Begeisterung
und jetzt, so ganz bei der Sache wie damals, nur noch,
wenn diese Sache seine Arbeit ist.
Als das Kind Kind war,
genügten ihm als Nahrung Apfel, Brot,
und so ist es immer noch.
Als das Kind Kind war,
fielen ihm die Beeren wie nur Beeren in die Hand
und jetzt immer noch,
machten ihm die frischen Walnüsse eine rauhe Zunge
und jetzt immer noch,
hatte es auf jedem Berg
die Sehnsucht nach dem immer höheren Berg,
und in jeden Stadt
die Sehnsucht nach der noch größeren Stadt,
und das ist immer noch so,
griff im Wipfel eines Baums nach dem Kirschen in einemHochgefühl
wie auch heute noch,
eine Scheu vor jedem Fremden
und hat sie immer noch,
wartete es auf den ersten Schnee,
und wartet so immer noch.
Als das Kind Kind war,
warf es einen Stock als Lanze gegen den Baum,
und sie zittert da heute noch.
Canción de la infancia
Peter Handke
"Cuando el niño era niño
andaba con los brazos colgando,
quería que el arroyo fuera un río,
que el río fuera un torrente
y que este charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño
no sabía que era niño
para él todo estaba animado,
y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño
no tenía opinión sobre nada,
no tenía ninguna costumbre
se sentaba en cuclillas,
tenía un remolino en el cabello
y no ponía caras cuando lo fotografiaban.
Cuando el niño era niño
era el tiempo de preguntas como:
¿Por qué estoy aquí?
¿Por qué no allí?
¿Cuando empezó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño?
Lo que veo oigo y huelo,
¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo?
¿Existe de verdad el mal
y gente que en verdad son los malos?
¿Cómo puede ser que yo, el que yo soy,
no fuera antes de devenir; y que un día yo,
el que yo soy, no seré más ese que soy?
Cuando el niño era niño
las manzanas y el pan le bastaban de alimento,
y todavía es así.
Cuando el niño era niño,
las bayas le caían en la mano
sólo como caen las bayas,
y aún es así.
Las nueces frescas le ponían áspera la lengua,
y aún es así.
Encima de cada montaña
tenía el anhelo de una montaña más alta
y en cada ciudad
el anhelo de una ciudad más grande,
y aún es así.
En la copa del árbol
tiraba de las cerezas con igual deleite
como lo hace hoy todavía.
Se asustaba de los extraños
y todavía se asusta;
esperaba las primeras nieves,
y todavía las espera.
Cuando el niño era niño,
lanzó un palo como una lanza contra un árbol,
y hoy vibra ahí todavía."
Song of Childhood
By Peter Handke
When the child was a child
It walked with its arms swinging,
wanted the brook to be a river,
the river to be a torrent,
and this puddle to be the sea.
When the child was a child,
it didn’t know that it was a child,
everything was soulful,
and all souls were one.
When the child was a child,
it had no opinion about anything,
had no habits,
it often sat cross-legged,
took off running,
had a cowlick in its hair,
and made no faces when photographed.
When the child was a child,
It was the time for these questions:
Why am I me, and why not you?
Why am I here, and why not there?
When did time begin, and where does space end?
Is life under the sun not just a dream?
Is what I see and hear and smell
not just an illusion of a world before the world?
Given the facts of evil and people.
does evil really exist?
How can it be that I, who I am,
didn’t exist before I came to be,
and that, someday, I, who I am,
will no longer be who I am?
When the child was a child,
It choked on spinach, on peas, on rice pudding,
and on steamed cauliflower,
and eats all of those now, and not just because it has to.
When the child was a child,
it awoke once in a strange bed,
and now does so again and again.
Many people, then, seemed beautiful,
and now only a few do, by sheer luck.
It had visualized a clear image of Paradise,
and now can at most guess,
could not conceive of nothingness,
and shudders today at the thought.
When the child was a child,
It played with enthusiasm,
and, now, has just as much excitement as then,
but only when it concerns its work.
When the child was a child,
It was enough for it to eat an apple, … bread,
And so it is even now.
When the child was a child,
Berries filled its hand as only berries do,
and do even now,
Fresh walnuts made its tongue raw,
and do even now,
it had, on every mountaintop,
the longing for a higher mountain yet,
and in every city,
the longing for an even greater city,
and that is still so,
It reached for cherries in topmost branches of trees
with an elation it still has today,
has a shyness in front of strangers,
and has that even now.
It awaited the first snow,
And waits that way even now.
When the child was a child,
It threw a stick like a lance against a tree,
And it quivers there still today.
El inicio de la película
Muestra la imagen de la biblioteca de Berlin visitada por ángeles
it had no opinion about anything,
had no habits,
it often sat cross-legged,
took off running,
had a cowlick in its hair,
and made no faces when photographed.
When the child was a child,
It was the time for these questions:
Why am I me, and why not you?
Why am I here, and why not there?
When did time begin, and where does space end?
Is life under the sun not just a dream?
Is what I see and hear and smell
not just an illusion of a world before the world?
Given the facts of evil and people.
does evil really exist?
How can it be that I, who I am,
didn’t exist before I came to be,
and that, someday, I, who I am,
will no longer be who I am?
When the child was a child,
It choked on spinach, on peas, on rice pudding,
and on steamed cauliflower,
and eats all of those now, and not just because it has to.
When the child was a child,
it awoke once in a strange bed,
and now does so again and again.
Many people, then, seemed beautiful,
and now only a few do, by sheer luck.
It had visualized a clear image of Paradise,
and now can at most guess,
could not conceive of nothingness,
and shudders today at the thought.
When the child was a child,
It played with enthusiasm,
and, now, has just as much excitement as then,
but only when it concerns its work.
When the child was a child,
It was enough for it to eat an apple, … bread,
And so it is even now.
When the child was a child,
Berries filled its hand as only berries do,
and do even now,
Fresh walnuts made its tongue raw,
and do even now,
it had, on every mountaintop,
the longing for a higher mountain yet,
and in every city,
the longing for an even greater city,
and that is still so,
It reached for cherries in topmost branches of trees
with an elation it still has today,
has a shyness in front of strangers,
and has that even now.
It awaited the first snow,
And waits that way even now.
When the child was a child,
It threw a stick like a lance against a tree,
And it quivers there still today.El inicio de la película
Muestra la imagen de la biblioteca de Berlin visitada por ángeles
4 de diciembre de 2008
Borges y Neruda:Una secreta relación literaria
Por cartas que lamentablemente no se conservan, ambos poetas se hicieron amigos e intercambiaron textos que se encuentran en revistas de uno y otro lado de la cordillera. A treinta años de la muerte de Neruda, recordamos una amistad literaria olvidada.
Por Roberto Alifano Director revista Proa 28 de Septiembre de 2003
Si se los mira bajo el espectro de la política, fueron, en apariencia, dos mundos opuestos, inconciliables. Neruda era militante comunista y una de sus grandes preocupaciones era la cuestión social; provenía de una familia humilde, hijo de un ferroviario que conducía su tren por el lluvioso sur de Chile. Borges había nacido en un hogar de aristócratas venidos a menos; de muchacho tuvo un fugaz paso por la izquierda, del que luego se avergonzó. En España, hacia 1921, escribió un libro que no llegó a publicar, Los salmos rojos, y un poema titulado "Rusia", en el que celebra la revolución bolchevique; ya viejo, curiosamente, se afilió al Partido Conservador, "por aburrimiento", se justificaba. Era hijo de un abogado de ideas anarquistas spencerianas y descendía de militares, héroes de la guerra de la independencia. Pero Neruda y Borges eran esencialmente poetas, habían nacido poetas y desde jóvenes empezaron a darse a conocer. Jóvenes también, a través de la poesía tuvieron noticias el uno del otro y no tardaron en relacionarse
Cartas que vienen y van
Atravesar el Atlántico para llegar a Europa era hacia la década del veinte menos imposible que el cruce de los Andes para llegar a Chile. La cordillera era un muro difícil de superar y los viajes de chilenos y argentinos no eran frecuentes. El hábito epistolar, que la mayoría de la gente cultivaba, era la forma ideal de comunicarse. Por cartas, que lamentablemente no se conservan, ambos poetas se hicieron amigos e intercambiaron textos que se encuentran en revistas de uno y otro lado de la cordillera. "En la tertulia de Rafael Cansinos-Assens, que se hacía en Madrid en el café Colonial, conocí a un muchacho chileno llamado Salvador Reyes - me contó Borges. Cuando regresamos a nuestros países nos seguimos escribiendo. Reyes me presentó por carta a Alberto Rojas Jiménez, que fue mi gran amigo epistolar; luego él me presentó a Pablo Neruda, con el que también nos carteamos durante un largo período". Las revistas Proa y Claridad dan testimonio de esa, casi secreta, relación literaria.
El oro de los tigres
Entre los años 1970 y 1973, durante el gobierno de la Unidad Popular, estuve radicado en Santiago de Chile como corresponsal de un diario argentino. Hacia fines de 1971, ya declarada la enfermedad que lo llevaría a la muerte, Pablo Neruda regresó de Francia, donde era embajador, para quedarse definitivamente en su país. Durante esos últimos años lo frecuenté en su casa de Isla Negra. En una de esas visitas le llevé un libro de Borges, que acababa de recibir de Buenos Aires, El oro de los tigres. Neruda lo tomó con cierta indiferencia y descalificó el título: "Las obsesiones de Borges... - murmuró- . Raro título para un libro de poemas". Pero pocos días después, en otra visita, me recibió entusiasmado para hablarme con admiración de ese libro. "Hay que rescatarlo como poeta - me dijo- . Es un maestro de la palabra; escucha este soneto conmovedor: ¿Dónde estará mi vida, la que pudo/ Haber sido y no fue, la venturosa/ O la de triste horror esa otra cosa/ Que pudo ser la espada o el escudo". Se refería al soneto "Lo perdido". Se detuvo después en el poema "El amenazado", y lo leyó en voz alta, marcando el acierto del verso final: "Me duele una mujer en todo el cuerpo". Señaló luego, casi como al pasar, las diferencias políticas que los distanciaban. "Hace poco pasé por Buenos Aires y lo quise saludar, pero él se negó; es una lástima que sea tan reaccionario", se lamentó. Pero ese Neruda, menos ortodoxo que en otras épocas, creía en el fondo, en curiosa coincidencia con Borges, que las opiniones políticas son quizá lo menos importante en un escritor. "Fuimos amigos cuando éramos muchachos agregó con nostalgia. Nos escribimos durante un largo tiempo y nos publicamos nuestros poemas. Yo comenté su primer libro en la revista Claridad, que hacíamos los estudiantes de la Universidad de Chile. A principios de los años treinta, cuando fui cónsul en Buenos Aires, nos conocimos en casa de Oliverio Girondo, pero la relación no funcionó", concluyó Pablo, y agregó luego con ironía: "Claro, cómo nos íbamos a entender: Borges era un anarquista de derecha y yo un anarquista de izquierda".
En el número 2 de la segunda época de la revista Proa, en 1924, Borges publica un comentario sobre los "Veinte poemas de amor y una canción desesperada". "Entre la nueva generación poética de Chile, Pablo Neruda es uno de los dos o tres valores que se han definido ya y cuya obra ha de perdurar. Adolescente aún, viene del sur de la República y publica en Santiago su primer libro de poemas: 'Crepusculario'. La aparición del libro lo consagra sin réplicas. Muchos de los jóvenes le siguen e imitan (...). Si 'Crepusculario' le valió un nombre destacado en la República, los 'Veinte poemas' le colocará muy alto entre los líricos modernos de lengua hispana. Y Pablo Neruda alcanza el vértice más luminoso al cumplir los veinte años".
Más tarde, en la revista Claridad, que la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile publicó entre 1920 y 1926, Pablo Neruda, con el seudónimo de Sashka, comentó el primer libro de Borges, "Fervor de Buenos Aires", calificándolo a su autor como "una de las voces líricas más originales de la joven poesía de nuestra América".
La revista Proa, en su segunda época entre 1924 y 1926, dirigida por Jorge Luis Borges, Ricardo Güiraldes, Pablo Rojas Paz y Alfredo Brandán Caraffa, alcanzó quince números. En el número 14, de diciembre del año 1925, aparece una colaboración de Pablo Neruda, "Poesía escrita de noche", que podemos considerar como un anticipo aún desfocalizado de lo que pocos años después consolidará en el libro "Residencia en la tierra". Ya ha quedado atrás el insuperable romanticismo amatorio de los Veinte poemas..., y Neruda con un espíritu experimental y bajo el influjo del surrealismo escribe una poesía alucinada, menos intimista que pretendidamente vanguardista, con metáforas audaces y sorprendentes. "Yo veo dirigirse el viento con propósito seguro/ como una flor que debe perfumar;/ abro el otoño taciturno, visito el lugar de los naufragios/ en el fondo del cielo de súbito aparecen los pájaros como letras". Ese Neruda, colaborador de Proa, alcanzará la cúspide de su poesía no mucho tiempo después con esa concatenación de imágenes alegóricas, vindicadas por Paul Eluard, donde símbolo y forma se conciben como inseparables de la intuición artística, logrando su máxima expresión poética.Borges, entre tanto, por otro camino, alcanzará también en esa época de juventud, con sus libros "Fervor de Buenos Aires" y "Luna de enfrente", una intensidad poética celebrada por maestros de la palabra como Ramón Gómez de la Serna, Francisco Luis Bernárdez y el ya reconocido joven poeta Pablo Neruda.
Evocaciones de Borges
De regreso en Buenos Aires, en 1973, tuve el privilegio de colaborar con Borges durante un largo tiempo, de ser amanuense del poeta ciego. Le conté una mañana aquella conversación que tuvimos con Neruda, cuando le hice llegar su libro "El oro de los tigres", y el entusiasmo que le despertó su poesía. "Yo también lo respeto y lo admiro a Neruda; fue un gran poeta, sobre todo un gran poeta del amor. Los veinte poemas es una de las obras mayores de todos los tiempos de la poesía amatoria", me respondió Borges. Refirió después un episodio que le ocurrió en París poco antes de obtener Neruda el Premio Nobel de Literatura. Un periodista le preguntó si consideraba justo que se lo otorgaran a él ese año. Borges respondió que teniendo la lengua castellana dos poetas como Jorge Guillén y Pablo Neruda, lo correcto era que el Premio Nobel se lo dieran a uno de ellos. "Neruda fue elegido y yo me puse muy contento", concluyó Borges. Consideraba también que "era lícito" que la política fuera uno de sus recursos poéticos. "Si la poesía prevalece y el comunismo le sirve de estímulo e inspiración, sin convertirse en algo panfletario, está muy bien." En otra oportunidad, con su humor tan particular, lo oí responderle a un defensor del verso libre que "si uno no toma la precaución de ser un Whitman o un Neruda, es preferible escribir respetando las formas clásicas de la poesía."
Cosas en común
Las coincidencias literarias entre Neruda y Borges no se limitaban a la entrega de ambos a la poesía; una larga lista de cosas en común se entrecruzan en las preferencias de estos dos creadores. En primer término están Shakespeare y Whitman. Uno de los retratos que acompañó a Neruda durante toda su vida fue la del vate norteamericano, que se destacaba en su lugar de trabajo. Borges tradujo "Hojas de hierba" y, aunque poco aficionado a coleccionar libros, atesoraba en su biblioteca una edición de Whitman, impresa en el siglo diecinueve, heredada de su padre y que algunas veces mostraba con orgullo. Don Francisco de Quevedo era considerado por ambos como el gran poeta de la lengua. "Es el padre de los poetas", le oí decir a Neruda. Y Borges confesaba que no concebía un solo día de la vida sin pensar en Quevedo. Ambos eran devotos lectores de la literatura policial y consideraban a Edgar Allan Poe el creador del género. Chesterton y Conan Doyle figuraban entre sus autores predilectos. En la década del cincuenta Borges y Bioy Casares crearon la colección "El séptimo círculo", donde editaron a los principales autores del género policial. Neruda fue uno de los asiduos lectores de esa serie. Pero las preferencias comunes no concluyen aquí, ambos frecuentaron autores clásicos como Homero, Virgilio, Catulo, Dante y tantos otros grandes de la literatura de todas las épocas.Varias amigas en común también los unían. Las hermanas Bombal, en primer término. En una grabación que aún conservo, Pablo me contó su relación con ellas. María Luisa, según él, era la más talentosa y extravagante. "Las conocí de muchacho en Temuco. Solían venir en las vacaciones de verano, escandalizando al pueblo. Pelo cortado a la garçonne y vestidas a la moda de París." Borges, alguna vez recordó así su relación con las hermanas Bombal: "Fui muy amigo de ellas. María Luisa tenía talento literario, era una gran escritora, injustamente desconocida; "La amortajada" es una breve obra maestra."En los años veinte, los hermanos Borges habían sido también amigos de las hermanas Del Carril. Norah y Jorge Luis, las recordaban siempre con afecto y en especial unas vacaciones que habían compartido en las sierras de la provincia de Córdoba. "Fui más amigo de Adelina, la mujer de Ricardo Güiraldes, que de Delia, que fue la mujer de Neruda - me dijo Borges- . Delia, antes estuvo casada con un banquero, Adán Dihel, un personaje bastante extravagante, que construyó un hotel en Formentor, en las Islas Baleares. Güiraldes viajó algunas veces allí; yo fui invitado también. Delia quería hacer una comunidad de artistas; pero después no sé en qué quedó todo eso. Ella se separó de Dihel y la propiedad creo que se vendió". Rojas Giménez Las cartas, como ya señalamos, no se han conservado. En Chile, Neruda, Rojas Giménez y Salvador Reyes los interlocutores epistolares de Borges llevaban por esa época un estilo de vida bohemio, casi sin domicilio fijo, lo que hizo que la correspondencia se traspapelara o se perdiera definitivamente. "La vida transcurría por aquellos años de pensión en pensión recordaba Neruda en sus memorias. Llegado a Santiago tuve que buscar en pleno invierno, dando tumbos por las calles, un sitio donde alojarme. Lo encontré en una lavandería. En esa casa y en esa habitación pasé un tiempo; pero todo era transitorio y debí seguir deambulando por otras pensiones." Borges, en Buenos Aires, jamás conservó cartas. "Yo nunca tuve agenda ni archivo y mi epistolario fue muy breve y disparejo y no lo conservo", me confesó una vez. Ese descuido lo tuvo también con casi todos los originales de sus libros, que fueron olvidados en los cajones de viejos muebles e irremediablemente se perdieron; los que se conservan fueron salvados por editores o alguna amiga, alcanzando en nuestros días una alta cotización en el mercado coleccionista (El manuscrito de El Aleph, que conservó la escritora Estela Canto, una de sus novias, fue comprado por la Biblioteca Nacional de Madrid en casi veinticinco mil dólares, en los años ochenta).Pero el amigo epistolar con el que Borges mantuvo una prolongada relación fue Alberto Rojas Giménez. "Él fue mi gran amigo chileno. La última carta me llegó una semana antes de su trágica muerte recordaba Borges. Durante más diez años nos escribimos al menos una vez al mes. A través de él yo estaba al tanto de lo que ocurría en la literatura chilena. Qué curioso, nunca llegamos a conocernos personalmente; los viajes no eran fáciles por esos tiempos. Rojas Giménez estuvo varias veces a punto de venir a Buenos Aires, y alguna vez yo le prometí ir a Santiago, pero no era nada fácil cruzar la cordillera entonces."Alberto Rojas Giménez falleció en 1934 y sus colaboraciones en Prisma y Proa se remontan a principios de los años veinte.Borges siempre tuvo en su recuerdo el nombre de Alberto Rojas Giménez. "Era un excelente poeta me dijo en otra oportunidad. Yo publiqué en Proa algunos poemas de Carta-Océano, antes de que apareciera el libro." Gran memorioso, Borges recordaba muchos versos de Rojas Giménez: "Adolescencia acodada al marco de las ventanas./ Comenzó por entonces la canción que hoy continúo./ Era la vieja historia del arcoiris y la palabra amor"; y el comienzo de otro poema: "Tu gesto era dulce y triste/ cuando hablabas de tu infancia." "Mi memoria conserva muchos versos de Rojas Giménez. Cuando viajó a París escribió unas crónicas muy lindas, que yo hice publicar en Buenos Aires, en la revista Nosotros; Rojas Giménez era además un excelente prosista." Borges recordaba los nombres de otros integrantes de la revista Claridad: Romeo Murga, Armando Ulloa, Rosamel del Valle y Humberto Díaz Casanueva; con este último también había mantenido correspondencia. No sabemos si se conservan algunas de esas cartas.
Cartas que vienen y van
Atravesar el Atlántico para llegar a Europa era hacia la década del veinte menos imposible que el cruce de los Andes para llegar a Chile. La cordillera era un muro difícil de superar y los viajes de chilenos y argentinos no eran frecuentes. El hábito epistolar, que la mayoría de la gente cultivaba, era la forma ideal de comunicarse. Por cartas, que lamentablemente no se conservan, ambos poetas se hicieron amigos e intercambiaron textos que se encuentran en revistas de uno y otro lado de la cordillera. "En la tertulia de Rafael Cansinos-Assens, que se hacía en Madrid en el café Colonial, conocí a un muchacho chileno llamado Salvador Reyes - me contó Borges. Cuando regresamos a nuestros países nos seguimos escribiendo. Reyes me presentó por carta a Alberto Rojas Jiménez, que fue mi gran amigo epistolar; luego él me presentó a Pablo Neruda, con el que también nos carteamos durante un largo período". Las revistas Proa y Claridad dan testimonio de esa, casi secreta, relación literaria.
El oro de los tigres
Entre los años 1970 y 1973, durante el gobierno de la Unidad Popular, estuve radicado en Santiago de Chile como corresponsal de un diario argentino. Hacia fines de 1971, ya declarada la enfermedad que lo llevaría a la muerte, Pablo Neruda regresó de Francia, donde era embajador, para quedarse definitivamente en su país. Durante esos últimos años lo frecuenté en su casa de Isla Negra. En una de esas visitas le llevé un libro de Borges, que acababa de recibir de Buenos Aires, El oro de los tigres. Neruda lo tomó con cierta indiferencia y descalificó el título: "Las obsesiones de Borges... - murmuró- . Raro título para un libro de poemas". Pero pocos días después, en otra visita, me recibió entusiasmado para hablarme con admiración de ese libro. "Hay que rescatarlo como poeta - me dijo- . Es un maestro de la palabra; escucha este soneto conmovedor: ¿Dónde estará mi vida, la que pudo/ Haber sido y no fue, la venturosa/ O la de triste horror esa otra cosa/ Que pudo ser la espada o el escudo". Se refería al soneto "Lo perdido". Se detuvo después en el poema "El amenazado", y lo leyó en voz alta, marcando el acierto del verso final: "Me duele una mujer en todo el cuerpo". Señaló luego, casi como al pasar, las diferencias políticas que los distanciaban. "Hace poco pasé por Buenos Aires y lo quise saludar, pero él se negó; es una lástima que sea tan reaccionario", se lamentó. Pero ese Neruda, menos ortodoxo que en otras épocas, creía en el fondo, en curiosa coincidencia con Borges, que las opiniones políticas son quizá lo menos importante en un escritor. "Fuimos amigos cuando éramos muchachos agregó con nostalgia. Nos escribimos durante un largo tiempo y nos publicamos nuestros poemas. Yo comenté su primer libro en la revista Claridad, que hacíamos los estudiantes de la Universidad de Chile. A principios de los años treinta, cuando fui cónsul en Buenos Aires, nos conocimos en casa de Oliverio Girondo, pero la relación no funcionó", concluyó Pablo, y agregó luego con ironía: "Claro, cómo nos íbamos a entender: Borges era un anarquista de derecha y yo un anarquista de izquierda".
En el número 2 de la segunda época de la revista Proa, en 1924, Borges publica un comentario sobre los "Veinte poemas de amor y una canción desesperada". "Entre la nueva generación poética de Chile, Pablo Neruda es uno de los dos o tres valores que se han definido ya y cuya obra ha de perdurar. Adolescente aún, viene del sur de la República y publica en Santiago su primer libro de poemas: 'Crepusculario'. La aparición del libro lo consagra sin réplicas. Muchos de los jóvenes le siguen e imitan (...). Si 'Crepusculario' le valió un nombre destacado en la República, los 'Veinte poemas' le colocará muy alto entre los líricos modernos de lengua hispana. Y Pablo Neruda alcanza el vértice más luminoso al cumplir los veinte años".
Más tarde, en la revista Claridad, que la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile publicó entre 1920 y 1926, Pablo Neruda, con el seudónimo de Sashka, comentó el primer libro de Borges, "Fervor de Buenos Aires", calificándolo a su autor como "una de las voces líricas más originales de la joven poesía de nuestra América".
La revista Proa, en su segunda época entre 1924 y 1926, dirigida por Jorge Luis Borges, Ricardo Güiraldes, Pablo Rojas Paz y Alfredo Brandán Caraffa, alcanzó quince números. En el número 14, de diciembre del año 1925, aparece una colaboración de Pablo Neruda, "Poesía escrita de noche", que podemos considerar como un anticipo aún desfocalizado de lo que pocos años después consolidará en el libro "Residencia en la tierra". Ya ha quedado atrás el insuperable romanticismo amatorio de los Veinte poemas..., y Neruda con un espíritu experimental y bajo el influjo del surrealismo escribe una poesía alucinada, menos intimista que pretendidamente vanguardista, con metáforas audaces y sorprendentes. "Yo veo dirigirse el viento con propósito seguro/ como una flor que debe perfumar;/ abro el otoño taciturno, visito el lugar de los naufragios/ en el fondo del cielo de súbito aparecen los pájaros como letras". Ese Neruda, colaborador de Proa, alcanzará la cúspide de su poesía no mucho tiempo después con esa concatenación de imágenes alegóricas, vindicadas por Paul Eluard, donde símbolo y forma se conciben como inseparables de la intuición artística, logrando su máxima expresión poética.Borges, entre tanto, por otro camino, alcanzará también en esa época de juventud, con sus libros "Fervor de Buenos Aires" y "Luna de enfrente", una intensidad poética celebrada por maestros de la palabra como Ramón Gómez de la Serna, Francisco Luis Bernárdez y el ya reconocido joven poeta Pablo Neruda.
Evocaciones de Borges
De regreso en Buenos Aires, en 1973, tuve el privilegio de colaborar con Borges durante un largo tiempo, de ser amanuense del poeta ciego. Le conté una mañana aquella conversación que tuvimos con Neruda, cuando le hice llegar su libro "El oro de los tigres", y el entusiasmo que le despertó su poesía. "Yo también lo respeto y lo admiro a Neruda; fue un gran poeta, sobre todo un gran poeta del amor. Los veinte poemas es una de las obras mayores de todos los tiempos de la poesía amatoria", me respondió Borges. Refirió después un episodio que le ocurrió en París poco antes de obtener Neruda el Premio Nobel de Literatura. Un periodista le preguntó si consideraba justo que se lo otorgaran a él ese año. Borges respondió que teniendo la lengua castellana dos poetas como Jorge Guillén y Pablo Neruda, lo correcto era que el Premio Nobel se lo dieran a uno de ellos. "Neruda fue elegido y yo me puse muy contento", concluyó Borges. Consideraba también que "era lícito" que la política fuera uno de sus recursos poéticos. "Si la poesía prevalece y el comunismo le sirve de estímulo e inspiración, sin convertirse en algo panfletario, está muy bien." En otra oportunidad, con su humor tan particular, lo oí responderle a un defensor del verso libre que "si uno no toma la precaución de ser un Whitman o un Neruda, es preferible escribir respetando las formas clásicas de la poesía."
Cosas en común
Las coincidencias literarias entre Neruda y Borges no se limitaban a la entrega de ambos a la poesía; una larga lista de cosas en común se entrecruzan en las preferencias de estos dos creadores. En primer término están Shakespeare y Whitman. Uno de los retratos que acompañó a Neruda durante toda su vida fue la del vate norteamericano, que se destacaba en su lugar de trabajo. Borges tradujo "Hojas de hierba" y, aunque poco aficionado a coleccionar libros, atesoraba en su biblioteca una edición de Whitman, impresa en el siglo diecinueve, heredada de su padre y que algunas veces mostraba con orgullo. Don Francisco de Quevedo era considerado por ambos como el gran poeta de la lengua. "Es el padre de los poetas", le oí decir a Neruda. Y Borges confesaba que no concebía un solo día de la vida sin pensar en Quevedo. Ambos eran devotos lectores de la literatura policial y consideraban a Edgar Allan Poe el creador del género. Chesterton y Conan Doyle figuraban entre sus autores predilectos. En la década del cincuenta Borges y Bioy Casares crearon la colección "El séptimo círculo", donde editaron a los principales autores del género policial. Neruda fue uno de los asiduos lectores de esa serie. Pero las preferencias comunes no concluyen aquí, ambos frecuentaron autores clásicos como Homero, Virgilio, Catulo, Dante y tantos otros grandes de la literatura de todas las épocas.Varias amigas en común también los unían. Las hermanas Bombal, en primer término. En una grabación que aún conservo, Pablo me contó su relación con ellas. María Luisa, según él, era la más talentosa y extravagante. "Las conocí de muchacho en Temuco. Solían venir en las vacaciones de verano, escandalizando al pueblo. Pelo cortado a la garçonne y vestidas a la moda de París." Borges, alguna vez recordó así su relación con las hermanas Bombal: "Fui muy amigo de ellas. María Luisa tenía talento literario, era una gran escritora, injustamente desconocida; "La amortajada" es una breve obra maestra."En los años veinte, los hermanos Borges habían sido también amigos de las hermanas Del Carril. Norah y Jorge Luis, las recordaban siempre con afecto y en especial unas vacaciones que habían compartido en las sierras de la provincia de Córdoba. "Fui más amigo de Adelina, la mujer de Ricardo Güiraldes, que de Delia, que fue la mujer de Neruda - me dijo Borges- . Delia, antes estuvo casada con un banquero, Adán Dihel, un personaje bastante extravagante, que construyó un hotel en Formentor, en las Islas Baleares. Güiraldes viajó algunas veces allí; yo fui invitado también. Delia quería hacer una comunidad de artistas; pero después no sé en qué quedó todo eso. Ella se separó de Dihel y la propiedad creo que se vendió". Rojas Giménez Las cartas, como ya señalamos, no se han conservado. En Chile, Neruda, Rojas Giménez y Salvador Reyes los interlocutores epistolares de Borges llevaban por esa época un estilo de vida bohemio, casi sin domicilio fijo, lo que hizo que la correspondencia se traspapelara o se perdiera definitivamente. "La vida transcurría por aquellos años de pensión en pensión recordaba Neruda en sus memorias. Llegado a Santiago tuve que buscar en pleno invierno, dando tumbos por las calles, un sitio donde alojarme. Lo encontré en una lavandería. En esa casa y en esa habitación pasé un tiempo; pero todo era transitorio y debí seguir deambulando por otras pensiones." Borges, en Buenos Aires, jamás conservó cartas. "Yo nunca tuve agenda ni archivo y mi epistolario fue muy breve y disparejo y no lo conservo", me confesó una vez. Ese descuido lo tuvo también con casi todos los originales de sus libros, que fueron olvidados en los cajones de viejos muebles e irremediablemente se perdieron; los que se conservan fueron salvados por editores o alguna amiga, alcanzando en nuestros días una alta cotización en el mercado coleccionista (El manuscrito de El Aleph, que conservó la escritora Estela Canto, una de sus novias, fue comprado por la Biblioteca Nacional de Madrid en casi veinticinco mil dólares, en los años ochenta).Pero el amigo epistolar con el que Borges mantuvo una prolongada relación fue Alberto Rojas Giménez. "Él fue mi gran amigo chileno. La última carta me llegó una semana antes de su trágica muerte recordaba Borges. Durante más diez años nos escribimos al menos una vez al mes. A través de él yo estaba al tanto de lo que ocurría en la literatura chilena. Qué curioso, nunca llegamos a conocernos personalmente; los viajes no eran fáciles por esos tiempos. Rojas Giménez estuvo varias veces a punto de venir a Buenos Aires, y alguna vez yo le prometí ir a Santiago, pero no era nada fácil cruzar la cordillera entonces."Alberto Rojas Giménez falleció en 1934 y sus colaboraciones en Prisma y Proa se remontan a principios de los años veinte.Borges siempre tuvo en su recuerdo el nombre de Alberto Rojas Giménez. "Era un excelente poeta me dijo en otra oportunidad. Yo publiqué en Proa algunos poemas de Carta-Océano, antes de que apareciera el libro." Gran memorioso, Borges recordaba muchos versos de Rojas Giménez: "Adolescencia acodada al marco de las ventanas./ Comenzó por entonces la canción que hoy continúo./ Era la vieja historia del arcoiris y la palabra amor"; y el comienzo de otro poema: "Tu gesto era dulce y triste/ cuando hablabas de tu infancia." "Mi memoria conserva muchos versos de Rojas Giménez. Cuando viajó a París escribió unas crónicas muy lindas, que yo hice publicar en Buenos Aires, en la revista Nosotros; Rojas Giménez era además un excelente prosista." Borges recordaba los nombres de otros integrantes de la revista Claridad: Romeo Murga, Armando Ulloa, Rosamel del Valle y Humberto Díaz Casanueva; con este último también había mantenido correspondencia. No sabemos si se conservan algunas de esas cartas.
3 de diciembre de 2008
Arpías- J.L. Borges Libro de los Seres Imaginarios
El bosque de las arpías (ilustración de Gustave Doré)
Para la Teogonía de Hesíodo, las Arpías son divinidades aladas, y de larga y suelta cabellera, más veloces que los pájaros y los vientos; para el tercer libro de la Eneida, aves con cara de doncella, garras encorvadas y vientre inmundo, pálidas de hambre que no pueden saciar. Bajan de las montañas y mancillan las mesas de los festines. Son invulnerables y fétidas; todo lo devoran, chillando, y todo lo transforman en excrementos. Servio, comentador de Virgilio, escribe que así como Hécate es Proserpina en los infiernos, Diana en la tierra y luna en el cielo y la llaman diosa triforme, las Arpías son Furias en los infiernos, Arpías en la tierra y Demonios (Dirae) en el cielo. También las confunden con las Parcas.
Por mandato divino, las arpías persiguieron a un rey de Tracia que descubrió a los hombres el porvenir o que compró la longevidad al precio de sus ojos y fue castigado por el sol, cuya obra había ultrajado. Se aprestaba a comer con toda su corte y las Arpías devoraban o contaminaban los manjares. Los argonautas ahuyentaron a las arpías; Apolonio de Rodas y William Morris (Life and Death of Jason) refieren la fantástica historia. Ariosto, en el canto treinta y tres del Furioso, transforma al rey de Tracia en el Preste Juan, fabuloso emperador de los abisinios.
Arpías, en griego, significa "las que raptan", "las que arrebatan". Al principio, fueron divinidades del viento, como los Maruts de los Vedas, que blanden armas de oro (los rayos) y que ordeñan las nubes.
1 de diciembre de 2008
Cuento
30 de noviembre de 2008
Leyenda China
Leyenda China
Esto se cuenta acerca de Meng Hsie.
Cuando supo que últimamente los artistas jóvenes se ejercitaban en colocarse cabeza abajo, decían que para ensayar una nueva visión, inmediatamente Meng Hsie practicó también este ejercicio. Y después de probarlo un rato declaró a sus discípulos:
-Cuando me coloco cabeza abajo se me presenta el mundo bajo un aspecto nuevo y más hermoso.
Esto se comentó, y los jóvenes artistas se ufanaban no poco de que el anciano maestro hubiese respaldado así sus experimentos.
Se sabía que apenas hablaba, y que enseñaba a sus discípulos no mediante doctrinas sino con su simple presencia y su ejemplo. Por eso sus manifestaciones llamaban mucho la atención y se difundían por todas partes.
Poco después de que aquellas palabras suyas hubiesen hecho las delicias de los innovadores y sorprendido e incluso indignado a muchos de los antiguos, se supo que había hablado otra vez. Contaban que había dicho:
-Es bueno que el hombre tenga dos piernas, porque ponerse cabeza abajo no favorece la salud. Además, cuando se incorpora el que estuvo cabeza abajo el mundo se le representa doblemente más hermoso que antes.
Estas palabras del maestro escandalizaron a los jóvenes antipodistas, que se sintieron traicionados o burlados, y también a los mandarines.
-Tal día dice Meng Hsie tal cosa, y al día siguiente dice lo contrario -comentaban los mandarines-. Es imposible que ambas sean verdaderas. ¿Quién hace caso del anciano cuando le flaquea el entendimiento?
Algunos fueron a contarle al maestro lo que decían de él tanto los innovadores como los mandarines. Él se limitó a reír. Y como sus seguidores le demandaran una explicación, dijo:
-La realidad existe, pequeños míos, y ésa es incontrovertible. Verdades, en cambio, es decir, opiniones acerca de la realidad expresadas mediante palabras, hay muchas, y todas ellas son tan verdaderas como falsas.
Y por mucho que insistieron, los discípulos no consiguieron sacarle una palabra más.
Cuando supo que últimamente los artistas jóvenes se ejercitaban en colocarse cabeza abajo, decían que para ensayar una nueva visión, inmediatamente Meng Hsie practicó también este ejercicio. Y después de probarlo un rato declaró a sus discípulos:
-Cuando me coloco cabeza abajo se me presenta el mundo bajo un aspecto nuevo y más hermoso.
Esto se comentó, y los jóvenes artistas se ufanaban no poco de que el anciano maestro hubiese respaldado así sus experimentos.
Se sabía que apenas hablaba, y que enseñaba a sus discípulos no mediante doctrinas sino con su simple presencia y su ejemplo. Por eso sus manifestaciones llamaban mucho la atención y se difundían por todas partes.
Poco después de que aquellas palabras suyas hubiesen hecho las delicias de los innovadores y sorprendido e incluso indignado a muchos de los antiguos, se supo que había hablado otra vez. Contaban que había dicho:
-Es bueno que el hombre tenga dos piernas, porque ponerse cabeza abajo no favorece la salud. Además, cuando se incorpora el que estuvo cabeza abajo el mundo se le representa doblemente más hermoso que antes.
Estas palabras del maestro escandalizaron a los jóvenes antipodistas, que se sintieron traicionados o burlados, y también a los mandarines.
-Tal día dice Meng Hsie tal cosa, y al día siguiente dice lo contrario -comentaban los mandarines-. Es imposible que ambas sean verdaderas. ¿Quién hace caso del anciano cuando le flaquea el entendimiento?
Algunos fueron a contarle al maestro lo que decían de él tanto los innovadores como los mandarines. Él se limitó a reír. Y como sus seguidores le demandaran una explicación, dijo:
-La realidad existe, pequeños míos, y ésa es incontrovertible. Verdades, en cambio, es decir, opiniones acerca de la realidad expresadas mediante palabras, hay muchas, y todas ellas son tan verdaderas como falsas.
Y por mucho que insistieron, los discípulos no consiguieron sacarle una palabra más.
29 de noviembre de 2008
J.L.Borges Adivino
En Sumatra, alguien quiere doctorarse de adivino. El brujo examinador le pregunta si será reprobado o si pasará. El candidato responde que será reprobado…
_____________________________________________________________________
Borges tiene conocimientos profundos de matemáticas:
En Discusión (1932), comenta el libro Mathemathics and the imagination (Simon and Shuster), que encuentra revisando su biblioteca, comentando las paradojas matemáticas agrega este cuento
En Discusión (1932), comenta el libro Mathemathics and the imagination (Simon and Shuster), que encuentra revisando su biblioteca, comentando las paradojas matemáticas agrega este cuento
28 de noviembre de 2008
Ana María Shua- Abuela no nos cree-
Abuela no nos cree
- ¿Por qué me sacaron de mi casa? - pregunta mi abuela, los ojos extraviados.
- Ésta es tu casa, ¿ves?. El empapelado con flores de lis, ¿ves?. La colcha con la quemadura de cigarrillo, ¿ves?. La cocina verde, con la puerta de la alacena verde, ¿ves?
La abuela no ve y llora con desconsuelo.
- Me trajeron aquí para robarme mi casa.
Pero no fuimos nosotros, quisiera decirle... El tiempo ladrón te trajo aquí, y se quedó con todo.
27 de noviembre de 2008
Carlos Enrique Cabrera
Victoria
El exterminio de la columna enemiga fue total. No se hicieron prisioneros. En el improvisado campamento el ambiente era de fiesta, la alegría general. Pero en lo más íntimo de sus corazones los victoriosos soldados -ebrios y en apariencia exultantes- envidiaban la suerte adversa de los muertos. Para aquéllos la guerra ya había terminado
25 de noviembre de 2008
ISAAC ASIMOV
COMO OCURRIO
Mi hermano empezó a dictar en su mejor estilo oratorio, ése que hace que las tribus se queden aleladas ante sus palabras.
-En el principio -dijo-, exactamente hace quince mil doscientos millones de años, hubo una gran explosión, y el universo...
Pero yo había dejado de escribir.
-¿Hace quince mil doscientos millones de años? -pregunté, incrédulo.
-Exactamente -dijo-. Estoy inspirado.
-No pongo en duda tu inspiración -aseguré. (Era mejor que no lo hiciera. Él es tres años más joven que yo, pero jamás he intentado poner en duda su inspiración. Nadie más lo hace tampoco, o de otro modo las cosas se ponen feas.)-. Pero, ¿vas a contar la historia de la Creación a lo largo de un periodo de más de quince mil millones de años?
-Tengo que hacerlo. Ése es el tiempo que llevo. Lo tengo todo aquí dentro -dijo, palmeándose la frente-, y procede de la más alta autoridad.
Para entonces yo había dejado el estilo sobre la mesa.
-¿Sabes cuál es el precio del papiro?- dije.
-¿Qué?
Puede que esté inspirado, pero he notado con frecuencia que su inspiración no incluye asuntos tan sórdidos como el precio del papiro.
-Supongamos que describes un millón de años de acontecimientos en cada rollo de papiro. Éso significa que vas a tener que llenar quince mil rollos. Tendrás que hablar mucho para llenarlos, y sabes que empiezas a tartamudear al poco rato. Yo tendré que escribir lo bastante como para llenarlos, y los dedos se me acabaran cayendo. Además, aunque podamos comprar todo ese papiro, y tu tengas la voz y la fuerza suficientes, ¿quién va a copiarlo? Hemos de tener garantizados un centenar de ejemplares antes de poder publicarlo, y en esas condiciones, ¿cómo vamos a obtener derechos de autor?
Mi hermano pensó durante un rato. Luego dijo:
-¿Crees que deberíamos acortarlo un poco?
-Mucho -puntualicé, si esperas llegar al gran público.
-¿Qué te parecen cien años?
-¿Qué te parecen seis días?
-No puedes comprimir la Creación en sólo seis días -dijo, horrorizado.
-Ése es todo el papiro de que dispongo -le aseguré-. Bien, ¿qué dices?
-Oh, está bien -concedió, y empezó a dictar de nuevo-. En el principio...
-¿De veras han de ser solo seis días, Aaron?
- Seis días, Moisés -dije firmemente.
-En el principio -dijo-, exactamente hace quince mil doscientos millones de años, hubo una gran explosión, y el universo...
Pero yo había dejado de escribir.
-¿Hace quince mil doscientos millones de años? -pregunté, incrédulo.
-Exactamente -dijo-. Estoy inspirado.
-No pongo en duda tu inspiración -aseguré. (Era mejor que no lo hiciera. Él es tres años más joven que yo, pero jamás he intentado poner en duda su inspiración. Nadie más lo hace tampoco, o de otro modo las cosas se ponen feas.)-. Pero, ¿vas a contar la historia de la Creación a lo largo de un periodo de más de quince mil millones de años?
-Tengo que hacerlo. Ése es el tiempo que llevo. Lo tengo todo aquí dentro -dijo, palmeándose la frente-, y procede de la más alta autoridad.
Para entonces yo había dejado el estilo sobre la mesa.
-¿Sabes cuál es el precio del papiro?- dije.
-¿Qué?
Puede que esté inspirado, pero he notado con frecuencia que su inspiración no incluye asuntos tan sórdidos como el precio del papiro.
-Supongamos que describes un millón de años de acontecimientos en cada rollo de papiro. Éso significa que vas a tener que llenar quince mil rollos. Tendrás que hablar mucho para llenarlos, y sabes que empiezas a tartamudear al poco rato. Yo tendré que escribir lo bastante como para llenarlos, y los dedos se me acabaran cayendo. Además, aunque podamos comprar todo ese papiro, y tu tengas la voz y la fuerza suficientes, ¿quién va a copiarlo? Hemos de tener garantizados un centenar de ejemplares antes de poder publicarlo, y en esas condiciones, ¿cómo vamos a obtener derechos de autor?
Mi hermano pensó durante un rato. Luego dijo:
-¿Crees que deberíamos acortarlo un poco?
-Mucho -puntualicé, si esperas llegar al gran público.
-¿Qué te parecen cien años?
-¿Qué te parecen seis días?
-No puedes comprimir la Creación en sólo seis días -dijo, horrorizado.
-Ése es todo el papiro de que dispongo -le aseguré-. Bien, ¿qué dices?
-Oh, está bien -concedió, y empezó a dictar de nuevo-. En el principio...
-¿De veras han de ser solo seis días, Aaron?
- Seis días, Moisés -dije firmemente.
22 de noviembre de 2008
The road not taken-Robert Lee Frost (1874-1963)
Un poema con tres traducciones
The road not taken
Two roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;
Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,
And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.
I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I-
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.
El camino no elegido
Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
Versión de María Fernanda Celtasso
O Caminho Não Percorrido
Dois caminhos divergiam num bosque amarelado,
E triste por não poder viajar ambos
E ser um viajante, prolongadamente me detive
E olhei até ao fundo de um o mais que podia
Até onde este se curvava na vegetação;
Depois tomei o outro, tão justo tão honesto,
E tendo talvez a melhor pretensão,
Porque era relvado e queria uso;
Embora quanto a isso o passar ali
Tinha gasto ambos mais ou menos o mesmo,
E ambos naquela manhã igualmente se estendiam
Em folhas que nenhum passo havia escurecido.
Oh, deixei o primeiro para outro dia!
Embora sabendo como via leva a via,
Duvidava que devesse aqui voltar.
Direi isto com um suspiro
Algures num tempo futuro:
Dois caminhos divergiam num bosque, e eu
Eu tomei o menos viajado,
E isso tem feito toda a diferença.
El camí no escollit
Traducció de Josep Maria Jaumà
Dos camins divergien al bosc groc
i, sentint no poder fer-los tots dos
i ésser un sol viatger, vaig aturar-me
a contemplar-ne un fins on se’l veia
despararèixer rere el sotabosc.
Però vaig triar l’altre, igual de bell,
i fins potser amb motius més convincents,
cobert com era d’herba no petjada;
malgrat que, ben mirat, tant l’un com l’altre
havien estat fressats quasi igualment.
Aquell matí se’ls veia ben semblants
amb fulles no ennegrides per cap pas.
Ah, vaig guardar el primer per un altre dia!
Però sé prou que un camí mena a un altre
i vaig dubtar si mai hi tornaria.
D’aquí a molts i molts anys contaré
qui sap on, amb un sospir, el fet:
dos camins divergien dins d’un bosc,
jo vaig triar el menys fressat de tots dos,
això ha fet que tot fos diferent.
21 de noviembre de 2008
Hablando de panteras Fábula
El perro, el mono y la Pantera
Un señor va de cacería al África y se lleva su perrito para no sentirse solo en ese lugar. Un día ya en la expedición, el perrito, correteando mariposas se aleja del grupo, se extravía y comienza a vagar solo por la selva. En eso ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera. Al ver que la pantera se lo va a devorar, piensa rápido qué hacer. Ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza a mordisquearlos.
Entonces, cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice:
-¡Ah!, ¡qué rica pantera me acabo de comer!
La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorida pensando: Quien sabe qué animal será ese, ¡no me vaya a comer a mí también!.
Un mono que estaba trepado en un árbol cercano y que había visto y oído la escena, sale corriendo tras la pantera para contarle como la engañó el perrito.
Cómo serás de estúpido, esos huesos ya estaban ahí, además es un simple perro.
El perrito alcanza a darse cuenta de la mala onda del mono.
Después que el mono le contó a la pantera la historia de lo que vio, esta última muy molesta le dice al mono: ¡Súbete a mi espalda, vamos donde está ese perro a ver quién se come a quién!
Y salen corriendo a buscar al perrito.
El perrito ve a lo lejos que viene nuevamente la pantera y esta vez con el mono chismoso. Y ahora ¿qué hago?, piensa todo asustado el perrito. Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto, y cuando la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito dice:
- ¡Este mono hijo de...!, hace como media hora que lo mandé a traerme otra pantera, y todavía no aparece!
19 de noviembre de 2008
Encuesta 100 latinoaméricanos mas influyentes en la cultura
Clasificación definitiva de los 100 personajes latinoamericanos que más han influido en la cultura latinoamericana:
Según una encuesta hecha por Antena 3 en votación popular, no todos estarán de acuerdo con todos los nombrados.1) Pablo Neruda
2) Gabriel García Márquez
3) Vinicius de Moraes
4) Octavio Paz
5) Andrés Bello
6) Jorge Luis Borges
7) Rubén Darío
8) Rómulo Gallegos
9) Gabriela Mistral
10) Simón Bolívar
11) Miguel Ángel Asturias
12) Carlos Gardel
13) Raúl García Zárate
14) Oscar Niemeyer
15) Juanes
16) Alejo Carpentier
17) Frida Kahlo
18) Augusto Roa Bastos
19) Julio Jaramillo
20) Franz Tamayo
21) Astor Piazzolla
22) Antonio Carlos Jobim
23) Alfonso Reyes
24) Arturo Uslar Pietri
25) José María Figueres Ferrer
26) Quino
27) Jorge Amado
28) María Isabel Granda Larco
29) Pedro Henríquez Ureña
30) Eugenio María de Hostos
31) Mercedes Sosa
32) Cecilia Meireles
33) Fernando Botero
34) Violeta Parra
35) José Martí
36) Machado de Assis
37) Ernesto Guevara
38) Rigoberta Menchú
39) Miguel Hidalgo
40) Tarsila do Amaral
41) Julio Cortázar
42) Francisco José de Caldas
43) Roque Dalton García
44) Jesús Soto
45) João Gilberto
46) Benito Juárez
47) Víctor Jara
48) Gonzalo Arango
49) Mario Moreno
50) Joaquín Torres García
51) José Carlos Mariátegui La Chira
52) Francisco de Paula Santander
53) Jorge Negrete
54) Froylán Turcios
55) Ricardo J. Alfaro
56) Mário de Andrade
57) Domingo Faustino Sarmiento
58) Justo Arosemena
59) Policarpa Salavarrieta
60) Oswaldo Guayasamín
61) Shakira
62) Augusto César Sandino
63) Pelé
64) Paulo Coelho
65) Juan Carlos Onetti
66) José Antonio Abreu
67) José Vasconcelos Calderón
68) Mario Vargas Llosa
69) Juan Luis Guerra Sijes
70) Roman Chalbaud
71) Julia de Burgos
72) Carlos Mérida
73) Juan Diego Flórez Salom
74) José Hernández
75) Manuel Elkin Patarroyo
76) Juana Inés de la Cruz
77) Adela Zamudio
78) Alicia Moreau de Justo
79) João Guimarães Rosa
80) Eloy Alfaro
81) Pancho Villa
82) Gertrudis Gómez de Avellaneda
83) José Napoleón Duarte
84) Carlos Drummond de Andrade
85) Graciliano Ramos
86) Dolores del Río
87) Luis Alberto del Paraná
88) José Gabriel Condorcanqui
89) Juan Pablo Duarte
90) Guillermo Meneses
91) Ricardo Arjona
92) Adolfo Pérez Esquivel
93) Luis Muñoz Marín
94) Carmen Lyra
95) Wilfredo Lam
96) Manuel Ricardo Palma Soriano
97) Jorge Icaza Coronel
98) José Alfredo Jiménez Sandoval
99) Eduardo Abaroa Hidalgo
100) José Francisco Morazán Quezada
Etiquetas:
Andrés Bello,
Borges,
Cortázar,
Encuesta,
Gabriel García Márquez,
Gabriela Mistral,
Neruda,
Octavio Paz,
Vinicius de Moraes
16 de noviembre de 2008
Libro de los seres imaginarios J.L. Borges
Sirenas
A lo largo del tiempo, las sirenas cambian de forma. Su primer historiador, el rapsoda del duodécimo libro de la Odisea, no nos dice cómo eran; para Ovidio, son aves de plumaje rojizo y cara de virgen; para Apolonio de Rodas, de medio cuerpo arriba son mujeres y, abajo, aves marinas; para el maestro Tirso de Molina ( y para la heráldica ), "la mitad mujeres, peces la mitad". No menos discutible es su género; el diccionario clásico de Lemprière entiende que son ninfas, el de Quicherat que son monstruos y el de Grimal que son demonios. Moran en una isla del poniente, cerca de la isla de Circe, pero el cadáver de una de ellas, Parténope, fue encontrado en Campania, y dio su nombre a la famosa ciudad que ahora lleva el de Nápoles, y el geógrafo Estrabón vio su tumba y presenció los juegos gimnásticos que periódicamente se celebraban para honrar su memoria.
La Odisea refiere que las sirenas atraían y perdían a los navegantes y que Ulises, para oír su canto y no perecer, tapó con cera los oídos de los remeros y ordenó que lo sujetaran al mástil. Para tentarlo, las sirenas le ofrecieron el conocimiento de todas las cosas del mundo:
Nadie ha pasado por aquí en su negro bajel, sin haber escuchado de nuestra boca la voz dulce como el panal, y haberse regocijado con ella y haber proseguido más sabio… Porque sabemos todas las cosas: cuántos afanes padecieron los argivos y troyanos en la ancha Tróada por determinación de los dioses, y sabemos cuanto sucederá en la tierra fecunda (Odisea, XII ).
Una tradición recogida por el mitólogo Apolodoro, en su Biblioteca, narra que Orfeo, desde la nave de los argonautas, cantó con más dulzura que las sirenas y que éstas se precipitaron por el mar y quedaron convertidas en rocas, porque su ley era morir cuando alguien no sintiera su hechizo. También la esfinge se precipitó desde lo alto cuando adivinaron su enigma.
En el siglo VI, una sirena fue capturada y bautizada en el norte de Gales, y figuró como una santa en ciertos almanaques antiguos, bajo el nombre de Murgen. Otra, en 1403, pasó por una brecha en un dique, y habitó en Haarlem hasta el día de su muerte. Nadie la comprendía, pero le enseñaron a hilar y veneraba como por instinto la cruz. Un cronista del siglo XVI razonó que no era un pescado porque sabía hilar, y que no era mujer porque podía vivir en el agua.
El idioma inglés distingue la sirena clásica ( siren ) de las que tienen cola de pez ( mermaids ).
En la formación de esta última imagen habrían influido por analogía los tritones, divinidades del cortejo de Poseidón.
En el décimo libro de la República, ocho sirenas presiden la revolución de los ocho cielos concéntricos.
Sirena: supuesto animal marino, leemos en un diccionario brutal.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)