Retornos del Amor en los Bosques Nocturnos
¡Son los bosques, los bosques que regresan! Aquellos
donde el amor, volcado, se pinchaba en las zarzas
y era como un arroyo feliz, encandecido
de pequeñas estrellas de dulcísima sangre.
Los bosques de la noche, con el amor callado,
sintiendo solamente el latir de las hojas,
el profundo compás de los pechos hundidos
y el temblor de la tierra y el cielo en las espaldas.
¡Qué consuelo sin nombre no perder la memoria,
tener llenos los ojos de los tiempos pasados,
de las noches aquellas en que el amor ardía
como el único dios que habitaba en los bosques!
Bellísimos versos!
ResponderBorrarQue poderosa es la memoria, que puede retener en los olores, los colores, luces y sombras toda una historia de vida!
Saludos Francisco!
Buen fin de semana!