Cecilia Casanova ha sido llamada la “Emily Dickinson” chilena, por la brevedad e intensidad de sus poemas. Sin moverse de su jardín y su alma, esta mujer ha creado un mundo poético propio, desde la intuición y el don. Sus poemas son breves relámpagos que nos invitan a detenernos, oír, mirar y sentir.
ESTUDIO NUMERO CINCO
En la torre
junto a un candelabro
de suspiro en suspiro
mi madre toca a Scriabine
Una niña despierta
en una ala del castillo
llora a gritos
A esa hora
el estudio número cinco
no es para su sensibilidad
Nadie comparte con ella
el peso de ese animal
que se ha echado
en su pecho
En pocas horas mas
en el patio interior
el hacha caerá sobre la leña
De la pieza de la abuela
se escurre olor a miel
a mantequilla traída de Cachagua
a café
Nos llamará a rezar
¿Hay sol Lucrecia?
Hay poetas que su entorno no es muy amplio, pero su interior... extraordinario.
ResponderBorrarUn abrazo
¿tienes algún libro de ella Francisco?
ResponderBorrarYo compré Poemas del Vago y del Simpático, no he podido encontrar lo otros.
Este poema sale en el video de Una belleza Nueva, no lo alcancé a copiar, gracias por subirlo.
Es linda ella ¿verdad? tiene más de 80 y es tan lúcida y especial.
Feliz semana
Que constraste de escenas¡¡ Por una la madre tocando el estudio No.5 de Scriabin, por el otro, en otra pieza, la niña que despierta, a altas horas de la noche, por la mùsica de Scriabin -contemporàneo de Rajmàninov- comparàndola con "..el peso de ese animal que se ha echado en su pecho". Y en otra pieza de la casa -ya al amanecer- los olores y sabores de la cocina de la abuela: "el olor a miel, mantequilla y cafè". ¿Mistral?
ResponderBorrarPerdòn¡¡ Donde dice: "Por una.." debe decir: "Por un lado,..." Un placer saludarte, amigo Uly. Salud¡¡¡¡
ResponderBorrarEn el número 5 vive una gran familia que es tan compleja y hermosa como la vida misma.
ResponderBorrarBesos