EL CUENTO DEL GALLO CAPÓN
Los que querían dormir, no por cansancio sino por nostalgia de los sueños, recurrieron a toda clase de métodos agotadores. Se reunían a conversar sin tregua, a repetirse durante horas y horas los mismos chistes, a complicar hasta los límites de la exasperación el cuento del gallo capón, que era un juego infinito en que el narrador preguntaba si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que sí, el narrador decía que no había pedido que dijeran que sí, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que no, el narrador decía que no les había pedido que dijeran que no, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando se quedaban callados el narrador decía que no les había pedido que se quedaran callados, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y nadie podía irse, porque el narrador decía que no les había pedido que se fueran, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y así sucesivamente, en un círculo vicioso que se prolongaba por noches enteras.
es muy lindo reprecenta el dia del idioma
ResponderBorrarjajja eso si es un cuentoo... peroo bno q vamos a hacer
ResponderBorrarpues que se puede hacer?? jaja
BorrarMe encanto lo ley y me gusto mucho
Borrares muy gracioso mi profesora de lenguaje me lo conto y me gusto mucho igual a mis compañeros jajaja
ResponderBorrarhola que hace??
ResponderBorrareste cuento me parece muy hermoso
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