Leonid Afremov
A mí mismo en mis memorias
Fluye, fluye, nube gris,
se abre la flor de la peonía,
nada te une ya a esta tierra,
nada te une ya a este cielo.
Delira en la canícula el jardín,
un gato da bostezos en el porche.
Caminas por la calle de los tilos
en flor, de qué ciudad, lo ignoras,
en qué país, no lo recuerdas.
Brillan livianos los estorninos,
la noche se aproxima suavemente,
juegan al escondite los capullos de las rosas.
Eres tan sólo un sueño, una imagen,
sólo un anhelo eres.
Cuando te vayas, como las nubes,
se teñirá de bronce tu recuerdo.
Y rondarás los ríos
y las sombras de los árboles,
pero naufragarás en la tierra, en la tierra, en la tierra.
Versión de Elzbieta Bortkiewicz
...y los ríos...y las sombras de los árboles, serán distintos, aunque parezcan, de país en país, ser los mismos.
ResponderBorrarSaludos.
Alma que se eleva a lares sinfin..
ResponderBorrarBellisimo poema
Saludos