Encuentro con mi padre en la huerta
Pasado el mediodía. Pasado el cine,con sus altos muros pesarosos
a punto de venirse abajo, entro a la huerta.
Terminada la función, todos se han ido:
los peones, los perros y las puertas.
Delante de una higuera mi padre está parado.
Mi madre ha muerto. Los hijos han envejecido.
Él está solo, hilillos de aire
atraviesan sus ropas harapientas.
Por miedo a acercarme y asustarlo
con mi presencia viva, quiero pasar de largo.
Él pregunta al extraño, ahora con pelo blanco:
“¿Quién anda allí?”
“Padre, soy tu hijo.”
“¿Sabe tu madre que has regresado? ¿Vas a
quedarte a comer?”
“Padre, desde hace años tu esposa descansa
junto a ti en el cementerio del pueblo.”
Entonces, como si adivinara todo,
él me llama por mi nombre de niño
y me da un higo.
Así nos encontramos los vivos y los muertos.
Luego, cada quien siguió su camino.
Homero Aridjis
Los poemas solares (2005)
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
Para Aridjis, el poema es un edificio de visiones y la luz diurna, a la que elogia y canta en este libro, la matriz en que se figura el mundo. Aquí está todo lo que merece ser visto: las cosas, aquellos a los que queremos y a los que quisimos, los sueños. el poeta se detiene frente a nuestra cotidianidad Para percibir lo extraordinario y, en la naturaleza que nos rodea, la presencia de lo sobrenatural y de lo cósmico; cargado de experiencias y en control de sus pasiones voltea hacia el mundo y lo encuentra luminoso.
Me ha emocionado....yo tambien a veces me encuentro así con mi padre
ResponderBorrarSus poemas son soles interiores como dijo Jodorowsky.
ResponderBorrarGracias Francisco por dármelo a conocer y que tengamos una semana llena de abundancia en todo sentido.
Que alegría Francisco. Me encanta que traigas de nuevo este autor tan especial. Sin duda es capaz de expresar con gran belleza nuestros pensamientos más íntimos.
ResponderBorrarUn abrazo, mi querido amigo.
Sobrecogedor.
ResponderBorrarEn palabras simples, nos describe una situación común y dolorosa, que todos anhelamos no nos afecte al final de nuestros propios días.
Es fascinante cómo Aridjis sabe atrapar en las palabras emociones tan profundas, personales y a la misma vez universales.
ResponderBorrarLos encuentros con "El Padre suceden... a veces la frontera entre "los vivos y los muertos" es traspasada por el fruto de un árbol... el árbol de la infancia.
Abrazos mil, querido amigo