Amor hasta el fin del mundo
En el hotel de pasoel amor tuvo sus jinetes
y la jarra su hielo.
"Con que no haya chinches en el cuarto.
No soporto esos insectos malvados",
dijiste, desnuda en la cama.
Y tu cuerpo borró la vista del baño
con mosaico azul, y la regadera,
en la que nadie se había bañado.
Tu mirada en celo abrió la puerta
del refrigerador descompuesto,
con una botella vacía dentro.
“Ojalá que este beso ardiente
se convierta en un amor a puro diente
hasta el fin de los tiempos”, te dije.
Pero no era necesario hacer tales promesas,
un espejo roto reflejaba al animal de dos espaldas,
huérfano en todas las camas del mundo.
Nueva York, sábado 29 de abril de 2006
Diario de Sueños, F.C.E. 2011
Ayyyyy dolorosamente bello
ResponderBorrarEn el hotel de paso
ResponderBorrarde una calle cualquiera
¿Es la víspera del fin del mundo?
Este es un poema apasionado a morir. Con la belleza de la entrega total.
Un abrazo, querido amigo
(parece que este poema tiene más de una versión?)